Ambato en bici y a pie

Carlos Arellano

La Cooperación Técnica Alemana (GIZ) en coordinación con otras organizaciones y con la autorización del Municipio de Ambato, implementó un plan piloto de peatonización y ciclovías que arrancó el 20 de febrero y finalizó la semana pasada. Durante 15 días la ciudadanía, especialmente peatones y quienes emplean otros medios alternativos de transporte, fue beneficiaria de este innovador proyecto que permitió recuperar el espacio público y convertirlo en sitios inclusivos para transitar libremente.

El plan de movilidad trajo una serie de cuestionamientos contra la actual administración municipal que, durante su corta permanencia, sufre el revés de su electorado y hoy por hoy la culpan por todos los males que aquejan a la ciudad.

Esta ocasión no fue la excepción para cuestionar la decisión que optó la Municipalidad para intentar organizar el caótico tráfico provocado en parte por la irresponsabilidad de algunos conductores que creen que las vías y aceras les pertenecen y creen tener más derechos sobre quienes no tienen vehículo.

¿A quién afectó el proyecto para peatonizar unas pocas calles de la ciudad? ¿Al transeúnte, al ciclista o al conductor de vehículos? Por supuesto que afectó al conductor que está acostumbrado a estacionar su vehículo en zonas no permitidas y son quienes convierten las calles Sucre, Montalvo u otras vías colindantes a las zonas comerciales en parqueaderos de dos carriles.

¡Pobres conductores, la ciclovía les quitó el espacio que utilizaban a su antojo! ¡No imaginamos el sufrimiento de las decenas de conductores que desconocían que el centro de la ciudad tiene numerosos parqueaderos entre públicos y privados, cuyas tarifas oscilan entre 40 centavos y un dólar por hora o fracción! ¡Cómo no afligirse por los choferes que no pueden pagar un parqueadero, pero tienen carro! ¡Fue tanta la inconformidad que no les importó destruir los bolardos instalados en la calle Bolívar!

Al volver a la normalidad, las calles lucen saturadas, con más ruido y contaminación. Al mismo tiempo, los peatones deben idearse formas para evitar ser atropellados por el exceso de velocidad de los automotores y motocicletas, mientras muchos miramos con indignación como Ambato privilegia al parque automotor sobre una movilidad sostenible.