Wellington Toapanta
Tres semanas después de la militarización del país para enfrentar el conflicto o “guerra interna” se registra disminución de sicariatos, de vacunados, aunque subsiste el temor, el miedo, la cautela ciudadana, porque aún acecha al Ecuador algo menos del 90% de ‘efectivos’ de las bandas del crimen organizado internacional.
Divulgan la detención de alrededor de 4.800 de 40.000 bandoleros, que ha generado sensaciones de seguridad ciudadana, la que se desenvuelve en medio de alertas, previsiones. La fuerza pública asesta ‘golpes’ antidelincuenciales, pero su actividad se ve reprimida por jueces inefables que confieren medidas sustitutivas a las detenciones.
La manifiesta inseguridad citadina se complementa con el ruleteo de actores políticos, empeñados en preservar y fortalecer inseguridad jurídica con populistas bamboleos legislativos traducidos como impuestos retroactivos, inesperadas contribuciones, IVA elástico, contradictorios al desarrollo económico y social, al bienestar general, a la seguridad jurídica.
Si diagnósticos concluyen que la delincuencia es consecuente de la falta de oportunidades de empleo, de ingresos fijos, dinámicos, los actores políticos no dudarían en promover, garantizar seguridad jurídica para estimular, planificar, proyectos de inversiones micro, pequeños, medianos, grandes, de corto, mediano y largo plazo, proporcionales a bienestar.
Pero no, esos actores parecen disfrutar con su impulso de inseguridades, a través de discursos fatuos que evidencian conscientes riñas con los inefables Código de la Democracia, Ley Orgánica Legislativa, la Constitución, también refrendando su enemistad con la lectura.
Si esa enemistad involucra la dispersión del ordenamiento jurídico, por sucesivas reformas, ellos son responsables porque ordenan a la establecida Unidad de Técnica Legislativa preparar “proyectos de codificación” de leyes, falencia que abona ambientes de tedio e inseguridad jurídica, discrecionalidad procesal.
La ecuación de seguridad jurídica, económica y social, conjuga planificación, inversiones, trabajo, salarios, bienestar, pero procazmente se vende que el Ecuador tiene el IVA más bajo en América, pero omiten decir que entre los países dolarizados su índice es alto: Panamá 7%, Estados Unidos de América, 7%. Canadá 5%. A todas luces ambula el empeño de generar, propagar inseguridades en el Ecuador, ahuyentar inversiones, sostener estados de pobreza.