Una historia diferente

Franklin Barriga López

El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos es actualmente el austriaco Volker Türk, abogado especializado en Derecho Internacional, con amplia experiencia en ese organismo y representaciones oficiales en zonas de conflicto, como Malasia, Kosovo, Bosnia, Herzegovina, Congo y Kuwait.

Además de su experticia en la materia anotada, su formación también es en Historia, ya que cursó estudios al respecto en la Universidad Complutense de Madrid, por ello no hay que extrañarse que incursione en este campo, con pleno conocimiento de lo que expone.

En últimas declaraciones dirigidas a los niños, ha manifestado que se vuelve necesario abrirles los ojos frente a los errores del pasado, “para que sean capaces de escribir una historia diferente, de esperanza y unidad, inculcándoles el compromiso para crear un mundo mejor”.

La función de la Historia es eminentemente pedagógica, desde hace siglos anteriores a Cristo se le considera como la maestra de la vida y la luz de la memoria: entraña un mensaje de orientación ciudadana que es fácil darse cuenta de su validez en la marcha individual y colectiva, por eso los totalitarios intentan desaparecerla para crear la suya propia, repleta de falacias y sesgos.

Los niños y jóvenes, con las enseñanzas que brinda el ayer, son los llamados a escribir una nueva historia, no en el sentido de alterar lo que es verídico y cuyo testimonio se forjó en el pretérito, sino a ser protagonistas de hechos nuevos y no   negativos para la paz y la prosperidad de las naciones, a base de los ejemplos bienhechores, sobre todo en la hora contemporánea de tanta confusión y antojadizas tergiversaciones.

El contenido de la Historia es el de un faro, para que los países no pierdan el rumbo entre la niebla y así evitar que se estrellen en los arrecifes de sus pertinaces errores.