No es metástasis, sino gangrena

Ugo Stornaiolo

Para entender las dos palabras hay que acudir al diccionario: la gangrena es “muerte de los tejidos por falta de riego sanguíneo, generalmente por una herida seguida de infección y putrefacción”. Sus sinónimos son “necrosis, noma, putrefacción”. La metástasis es “la propagación de un foco canceroso en un órgano distinto de aquel en que se inició”.

No se pudo definir mejor a la operación de captura de Wilman Terán (presidente del máximo órgano de la justicia), Pablo Ramírez (jefe policial antinarcóticos), policías, jueces, abogados y otros que permitieron que el sistema judicial sea instrumento al servicio de los trúhanes. Ya se entiende por qué la narco política es parte de la función judicial, la Policía y otros estamentos.

Pero, hay que decirlo: el gran capo de la mafia y titiritero de la política y la justicia ecuatoriana alertó desde Bélgica -un delito-, vía mensajes de X, sobre el operativo que se montaría desde la Fiscalía, dizque para anular el concurso de jueces y acabar con el CNJ. Topos correístas por todo lado. “Fuentes fidedignas” en las instituciones, a las que maneja Rafael Correa, y son un peligro para la estabilidad. Los que se fugaron lo sabían. La embajada de México recibió a Glas (¿hay plan de fuga como en el caso Duarte?)

La gangrena se tomó el cuerpo del Ecuador y el cáncer hace metástasis. El país y el gobierno no deben seguir haciéndose los tontos, pero el temor es que los pactos de la Asamblea impidan más investigaciones, que le costaron la vida a valientes que denunciaron, como Fernando Villavicencio.

No solo eran “jueces de medio pelo” que liberaban delincuentes, pillos, narcotraficantes y políticos sinvergüenzas. Eran parte de un entramado de corrupción que llegó a las máximas instancias de la función judicial y de la cúpula policial. Narcos protegidos por policías (los ecuatorianos les pagan el sueldo) y personajes como el impresentable Wilman Terán con lujos poco vistos (los videos de su casa lo evidencian) y fajos de billetes que muchos no verán en su vida.

Los asambleístas aceleran el juicio político a la fiscal Salazar, que merece todo el apoyo de la sociedad ante este nuevo intento del correísmo por desestabilizar. No es novedad que la delincuencia organizada y el narco son parte consubstancial de un sistema que montó Correa desde 2007: la llegada de todo tipo de bribones (la ciudadanía universal), sus pactos con las pandillas, eliminar la base de Manta y los radares chinos inservibles. No es metástasis, es gangrena. Y todavía hay gente que le cree a Correa…