Rosalía Arteaga Serrano
Muchas son las recomendaciones que se hacen en estas épocas de festividades navideñas y de fin de año. Desde las listas de compras, los menús en los que se incluye la gastronomía internacional, así como las tradiciones propias de cada lugar, la ropa que hay que vestir, los consejos para empezar el año de la mejor manera y hacer realidad los sueños.
Pero en esta columna queremos llegar con una propuesta diferente, que tiene que ver más con lo actitudinal, con la forma en la que nos comportamos hacia los demás, con lo que decimos, cómo actuamos ante los diversos grupos con los que nos relacionamos: la familia, los colegas del trabajo, los amigos, en fin con todos aquellos que nos importan y también aquellas relaciones más eventuales o hasta casuales cuando conducimos el auto, cuando estamos en la fila del supermercado o de nuestra tienda favorita.
Y por allí viene esta reflexión que queremos compartir y tiene que ver con lo que decimos, pero también con lo gestual, pasando por el tratar de sonreír más, de tener palabras amables, de no imponer nuestra voluntad a toda costa, de dejar de ser imperativos, impositivos, de ser más empáticos y solícitos, en fin, de demostrar que los demás son importantes en nuestras vidas y que les debemos respeto y actitudes positivas.
En este sentido, habría que pensar en sacar a relucir “lo mejor de cada uno de nosotros”, aquello que sirve de título a este artículo, es decir “lo mejor de ti”, “lo mejor de mí”, pensar en positivo, dejar de lado los comentarios irónicos y los sarcasmos, pensar en la forma en que nosotros querríamos que procedan los otros en su comportamiento hacia cada uno y actuar en consecuencia.
Y esto que decimos del comportamiento físico, presencial, vale también para las famosas redes sociales, para los chats, en los que tan fácil es descalificar a quienes tienen visiones diferentes de la vida, discrepan de los criterios que esgrimimos, se expresan de manera diversa.
En todo caso, es necesario pensar antes de hablar o escribir, y sacar a relucir la mejor versión de nosotros mismos. Hagámoslo y seguro nos sentiremos mejores personas, más solidarios y humanos.