Tener amigos

Rodrigo Contero Peñafiel

Una de las valoraciones mentales que no podemos olvidar y que influyen en nuestro diario vivir es la evaluación de nuestras metas personales, que dependen no solo de nuestros valores individuales. Los objetivos individuales que nos proponemos pueden incluso modificar inconscientemente a quienes consideramos nuestros mejores amigos. Todos tenemos distintas amistades y nuestro comportamiento es distinto con cada una de ellas.

Con algunos amigos podemos hablar cosas serias, con otros realizar actividades deportivas, hablar de la familia, los hijos, los nietos y las diferentes metas a alcanzar. Con muchos de ellos hemos mantenido amistad desde la escuela, el colegio o la universidad, lo que puede irse reforzando o convertirse en una relación de tipo social, con gratos recuerdos y respeto mutuo que no requiere romper la amistad. Luego de una larga temporada de estudiar, divertirse, ejercitarse, hacer deporte, comunicarse con frecuencia, llega un momento de modificar la elección de los amigos más cercanos.

Si preguntamos a una persona cuántos amigos tiene, con frecuencia escuchamos: no llegan a los dedos de la mano. Y es posible que tengan razón, de acuerdo a las características nivel o motivos que requiera tener en sus amistades. No podemos olvidar que la influencia de los padres son características fundamentales que influyen en la formación de la personalidad de cada individuo. Imposible olvidar en la actualidad muchas amistades que se hacen para ir de fiesta, libar, consumir narcóticos o delinquir de alguna manera.

Una base de amigos constituye el apoyo social en nuestras vidas. Si se comparten falsedades o mentiras no hay autenticidad en la amistad y esta no podrá soportar ningún desafío real cuando se presenten dificultades. El diálogo es fundamental para la resolución de conflictos y la voz del amigo reconforta y anima. Las relaciones podrán no ser tan duraderas porque nada es perfecto, puede haber muchos errores todos ellos sujetos a corrección. Lo único que rompe ese vínculo de amistad es cuando el amigo de muchos años parte al más allá dejando un vacío infinito en el alma y recuerdos de las risas, las charlas, los consejos y su compañía.