Cuando la cuerda se tensa

Rodrigo Contero Peñafiel

Cuando la cuerda se tensa se somete a un final de difícil pronóstico, sin embargo, cuando hablamos de tensión en las personas, las consecuencias de la autodestrucción siempre pueden preverse. No debe sorprendernos los acontecimientos suscitados en el país desde hace algún tiempo, producto del pacto entre autoridades gubernamentales y bandas delincuenciales especializadas en diferentes actividades terroristas o miembros de organizaciones urbanas con quienes se realizaron alianzas perversas.

No nos puede sorprender la vida extrema del ídolo populista, los roces constantes con los supuestos enemigos políticos, la prensa nacional e internacional, los gobiernos democráticos y todos aquellos a quienes consideraba antipatria. Varias medidas que limitaron el control del Estado habrían fortificado el narcotráfico, a cambio de favores que van saliendo a la luz gracias a la intervención de la justicia que, a pesar de haberla sometido el ídolo, va descubriéndose su actuación paranoica.

Cualquier persona podía estudiar y trabajar pensando en cuestiones elementales de supervivencia, antes que en dádivas, regalos, bonos o buscar emigrar a otros países en busca del sustento familiar. Sin embargo, tantos desaciertos, persecuciones, intimidaciones, supresiones de puestos para quienes no eran obedientes o no se prestaban al negociado populista, permitió el aumento de la corrupción organizada en todas sus formas. Secuelas que tampoco enfrentaron los siguientes gobiernos y, al contrario, engrosaron filas o guardaron silencio convirtiéndose en cómplices directos del narcoterrorismo. El país hoy pone orden con la intervención de las Fuerzas Armadas, Policía y el pueblo digno y honorable.

Tener comodidades y vivir sin preocupaciones económicas no es un pecado, cuando el progreso llega por trabajar y llevar una vida honesta y digna. El esfuerzo y la dedicación es un mérito de quien invierte en la familia, la educación y la satisfacción personal. Ejemplos hay muchos, muy difícil de ser observados por quienes en tan corto tiempo amasaron fortunas que nunca serán gastadas con la conciencia tranquila. La vida es mucho más que política, dinero y escándalo.