Peligros para el ABC

Las comisiones cuatripartitas (Gobierno, Conaie, Feine y Fenocin) han echado a andar con una turbulencia interna difícil de esconder. Ante los medios de comunicación asoman caras que van desde amenazantes y cautelosas, hasta conciliadoras y neutras. Mientras, el Ministro de Finanzas habló del «ABC de la reactivación».

Este plan económico de tres ejes (el ABC) consiste en asegurar el gasto (¿inversión?) social, bajar el costo de la vida e impulsar la construcción pública y la generación de empleos de calidad. A los tres ejes, añadió la reducción del déficit fiscal al -2% del PIB en 2022. La meta: alcanzar un superávit fiscal en 2025. Gran influencia, en la concreción de este plan, tendrán las reuniones cuatripartitas.

Para que el plan tenga éxito cabe no agravar la deuda. Sin embargo, todo lo que demandan las organizaciones indígenas pasa por mayor gasto e inversiones públicas. Las coyunturas mundiales, entre ellas el alza en los precios del petróleo, son el espejismo en el que se fundamentan en su mayoría. La otra vía sería más impuestos a los que más tienen, lo que afectaría la buscada reactivación económica.

El Gobierno, por añadidura, acumula problemas que van desde la crisis carcelaria, violencia social, delincuencia y el auge del narcotráfico, entre muchos otros que pueden llevar a consecuencias imprevisibles. Ni unos ni otros de los dialogantes podrán alcanzar sus metas si persisten en la negativa a confrontarse con la realidad de la economía y el contexto internacional en que debe operar.

Sus repercusiones pueden tildarse como “graves”. El tránsito de las medidas macroeconómicas a la microeconomía pasa por un sinuoso camino: alcanzar consensos y una visión compartida e integral de lo que es el país, el suelo que pisamos todos. ¿Problema a la vista? Entender, sin prejuicios clasistas o étnicos, que la calidad de nuestras opciones es decisiva para la calidad de nuestra democracia y vida futura.

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