Paola Pabón

Es un acto de cinismo aumentar impuestos cuando no existe discusión ni análisis sobre los probables componentes de un plan efectivo de gobernanza. Peor entre baches y reasfaltados dañados ejercer una ordenanza desconocida del pasado 7 de octubre para el “mejoramiento de vías rurales” y subir la tasa de matriculación de los vehículos particulares; del transporte público y comercial y de motocicletas. Y, agregar al culebrón de la prefectura de Paola Verenice Pabón Caranqui meses eternos para que sea auditada, evaluada y juzgada. Además que se defina, de una vez, la red de carreteras de Pichincha, el gasto en propaganda en los previos de las elecciones de 2023 y al resto de partidarios sombríos salidos de las bases del correísmo que busca reelegirse tras una nefasta administración de corrupción, delincuencia organizada y saqueo público.

¡Qué curioso! En la Asamblea hay un pedido implacable de amnistía, léase “impunidad”, por las protestas de octubre de 2019. Pabón está involucrada en varias investigaciones de Fiscalía por graves delitos, rebelión y destrucción de bienes públicos en Quito. Es el rostro visible del correísmo vulgar, del pillaje en el poder y del “presunto peculado” en compras públicas. Ella usa un grillete electrónico durante meses, ya años, tapiñada en argumentos fingidos y una justicia impávida diseñada a su talla. No obstante, tiene negociados torcidos e indagaciones por tráfico de influencias; según Contraloría, por la firma de un contrato con la agencia de comunicación Diez Punto Comunicaciones y por la compra de 4 mil bolsas de cadáveres y 10 mil pruebas rápidas de covid-19, con presunto sobreprecio, durante una fase de la emergencia sanitaria. Todo pendiente.

Hace un tiempo, un alboroto mediático se desató después de un informe policial que alertaba su huida a México por ineficiente, impopular y desprestigiada. En respuesta, Pabón, como si fuese dueña, fortaleció la radio Pichincha Universal que recibió un presupuesto de USD un millón para seguir alineada a los intereses políticos del correísmo y mantenerse activa en la agitación callejera a la par del malestar de algunos dirigentes indígenas. Hecho que suma unas 2 mil almas de burócratas asalariados. En un mes, Pabón adjudicó contratos por otro millón para más propaganda: un mural de un artista cercano, 14 obras de teatro de amigos y un nuevo plan intenso de comunicación.

Más peajes, impuestos y cargos a las matrículas del transporte no tiene sentido cuando los delincuentes siguen robando y el trabajador sigue empobreciéndose. ¡Ridículo!

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