Franklin Barriga López
Entre tantas noticias negativas que se lee sobre nuestro país, complace la información publicada por una empresa de expertos internacionales en residencia y ciudadanía.
Ecuador, luego de Portugal, Panamá, Costa Rica, México, Colombia, Tailandia, Italia, Francia y Grecia, consta entre las diez opciones más recomendables para quienes están pensando en jubilarse y pasar a su nueva etapa existencial, cómodamente, en el extranjero.
Las razones analizadas, luego de encuestas, para ubicar a nuestros lares en tan privilegiado sitio, son, entre otras, clima primaveral, costos bajos para subsistir, abundancia de productos agrícolas y ganaderos, servicios médicos de calidad y de precios convenientes, “posibilidades de comprar una casa en la costa del Pacífico con impresionantes vistas de los Andes”.
Más justificativos pueden anotarse a fin de elegir estos territorios para el retiro, como la bondad de la gente, las manifestaciones culturales que se aprecia en su calendario festivo, belleza geográfica o la extensión del país que posibilita movilizarse en pocas horas de una región a otra.
La llegada de jubilados del exterior para radicarse aquí, como acontece en la ciudad de Cuenca y otras de la provincia de Imbabura, constituye referente para otros extranjeros de las características anotadas, que traen divisas y fomentan la buena imagen nacional que debe preservarse por todo concepto, lo cual repercute en el incremento del turismo, entre otros beneficios.
Los hechos, de conocimiento público y que atentan a la seguridad y al bienestar en nuestro medio, como delincuencia e inestabilidad política, son factores adversos para la llegada de visitantes o residentes oriundos de otras latitudes. Los jubilados, sobre todo, lo mínimo que buscan es descanso, respeto, tranquilidad, países ideales para que su edad sea realmente dorada.