Otro tren playero

El gobierno acaba de enviar un polémico proyecto de ley a la Asamblea Nacional bajo la premisa de que, pase lo que pase, obtendrá una contundente victoria política. De ser aprobado, el proyecto demostraría la solidez del Ejecutivo; de no serlo, podríamos ir a una consulta popular. Es más, el gobierno envió este proyecto justamente para que sea rechazado pues otros los planes que tiene a corto, mediano y largo plazo, que contemplan, además de la consulta popular, la omnipotente muerte cruzada. 

Este gobierno es otro “tren playero”, que se esmera en copiar los fracasos del mandato de Lenín Moreno. La consulta popular es lo mismo que hizo Moreno a los pocos meses de llegar al poder; la amenaza de muerte cruzada también fue planteada en su momento por la exministra de gobierno Paula Romo, tal como hace poco lo hizo la actual ministra Alexandra Vela. Esto alimenta la tesis de que el actual ejecutivo no solamente tiene el mismo libreto, sino también los mismos actores que utilizaba el morenismo. 

Otro aspecto que lastimosamente Lasso está copiando muy bien de Moreno es la pésima vocería gubernamental. Podríamos decir que en la comunicación de Lasso “no hay texto” y que el mensaje que llega a la mayoría de la población es casi siempre negativo. A todo esto también podemos añadir que el actual ejecutivo, como Moreno en su momento, tampoco estaría cumpliendo con las promesas de campaña, que hablaban del aumento del salario básico a 500 dólares y de que no se crearían más impuestos.

Lo que Lasso y su equipo no están entendiendo es que, contrariamente al morenismo, no cuentan con mayoría  en la  Asamblea Nacional, donde más bien el oficialismo se ha aislado, ni cuentan con el factor tiempo, puesto que 4 años de Moreno ya fueron más que suficientes; dudo que adoptar un continuismo tan descarado lleve a buenos resultados.

Al presidente lo están asesorando mal y llevando al suicidio político al hacerle creer que, de darse una consulta o una muerte cruzada, él ganaría cualquier contienda electoral. ¡Cuan equivocados están! Lo único que tienen hoy es un fantasioso 74% de aprobación popular y la determinación de haber tomado un nuevo “tren playero” que pronto podría descarrilarse.