No estamos obligados a dar la cédula en el censo

Milica Pandzic

En mi columna pasada explicaba las razones por las cuales es importante participar en el censo, y mencionaba brevemente dos puntos de desconfianza: la entrega del número de cédula y la visita de los censistas. Con respecto a esta última, el INEC ha establecido lineamientos claros para evitar que estas visitas sean inseguras. Información específica sobre el día, la ubicación y los censistas deberá ser entregada con anterioridad, y los censistas llevarán un QR que podrá ser validado; pero respecto al primer punto, la información es más difusa.

En este censo, el INEC ha decidido establecer como nuevo requisito la entrega del número de cédula. A pesar de que la directriz del INEC es la de solicitar el número de cédula de todos los encuestados en ambos procesos (online y presencial), hay que ser claros: no estamos obligados a dar nuestros números de cédula en el censo presencial, y para el online solo se requiere un número de cédula, no todos.

Es importante hacer esta precisión porque entregar nuestra cédula en el censo no es cosa menor. El censo vinculará nuestros números de cédula con información sumamente personal de nosotros y de nuestras familias: nuestra dirección, con cuántas personas vivimos, las edades, profesiones, remuneración familiar, etc. No solo que no es ideal que el Gobierno tenga información tan detallada sobre nosotros, sino que además, en caso de una filtración, esta información nos hace extremadamente vulnerables a ataques o robos en nuestro domicilio, así como a delitos cibernéticos y suplantación de identidad, lo que pone en riesgo activos como cuentas bancarias o que aumenten las estafas a gente cercana a nuestro entorno.

No dejemos de participar en el censo, pero sepamos que no estamos obligados a dar nuestros números de cédula, ya que por nuestra propia seguridad, es mejor evitarlo.