Modelo de seguridad

<b>Por Franklin Barriga López: </b>

La situación era tan compleja en Medellín entre los años 1980 y 1993 que abiertamente se reconocía que era la ciudad más peligrosa del mundo. En un año, el número de asesinatos llegó a once mil.

 Allí, el tristemente célebre Pablo Escobar Gaviria, máximo cabecilla del igualmente renombrado pero vituperable Cartel de Medellín, hizo su centro de actividades que se proyectaron a otras circunscripciones territoriales, para sembrar terror, como fueron los perpetrados con carros bomba u otras acciones que ocasionaron la muerte de numerosos personajes, entre ellos periodistas representativos, cual el caso de Guillermo Cano Isaza, director del Diario El Espectador y adalid de la libertad de expresión en nuestro continente: esa ciudad  soportó una época de criminalidad y corrupción que demuestra lo que puede acontecer a urbes que son pasivas al accionar del crimen organizado o que no se  dan cuenta a tiempo de gravitantes y muy peligrosos factores adversos.

De esa nombradía nada honrosa que tuvo Medellín, los líderes de la capital de Antioquia tomaron conciencia de la grave situación y enfrentaron, con valentía,  inteligencia y ayuda internacional, al narcotráfico, crímenes conexos y otros fenómenos altamente destructores.

Los resultados de estas acciones se reflejan en hechos admirables, al extremo que Medellín, que ahora posee imagen completamente diferente a la que le condujeron los malandrines, ostenta hoy merecido prestigio de ser modelo de seguridad para América Latina y el Caribe, a  la vez que capital creativa de Colombia, una de las mejores ciudades del mundo para viajar en 2023, superando a Madrid, Berlín o Ámsterdam, de acuerdo a la catalogación que le hizo la influyente revista Time, consecuencia de una encuesta en la que participaron veinte mil personas  de todo el planeta.
Qué agradable resulta resaltar estas circunstancias positivas para la concordia y el progreso. Se vuelven ejemplo para los territorios donde los dirigentes son blandengues, faltos de visión o capacidad para cumplir sus responsabilidades.