Tiempo de mujeres (cuando conviene)

Milica Pandzic

Acabamos de vivir las primeras elecciones paritarias en Ecuador, y fue la Revolución Ciudadana el único movimiento que candidatizó a una mujer para Presidenta. Con una imagen progresista e inclusiva, usaban “¡Es tiempo de mujeres!” como uno de sus eslóganes de campaña. Sin embargo, hoy que un importante líder del movimiento se ve envuelto en un caso de acoso e intimidación basado en violencia de género, la misma excandidata respondió al caso en forma de mofa, mientras que las respuestas de sus militantes han estado divididas: unos han mostrado apoyo al presunto acosador, mientras otros han demostrado su apoyo a la presunta víctima.

Esta no es la primera vez que un caso de violencia de género relacionado a este movimiento político se hace público. Ya existe un precedente de apoyo a un agresor, incluso a pesar de que se haya determinado a través de la justicia que, en efecto, el agresor fue culpable de ejercer violencia física y psicológica en contra de su expareja.

Dicen mucho las respuestas de la Revolución Ciudadana frente a estos casos y, en su mayoría, se contraponen con los valores de equidad e igualdad que su proyecto dice priorizar. Por otro lado, dice mucho también la respuesta de militantes de otros partidos y movimientos políticos, al utilizar este caso con fines politiqueros y no con la sensibilidad, prudencia y respeto que se requiere, especialmente para con la presunta víctima.

 Es claro que la violencia basada en género, no solo se refleja sino que se refuerza en los contextos políticos, y con seguridad, en el resto de partidos y movimientos también se sufre internamente de este tipo de violencia. No obstante, ninguno se ha tomado el tiempo de analizar casa dentro su situación o proponer discusiones serias de cómo prevenir la violencia basada en género en nuestro contexto político y al interno de sus estructuras. Porque para ellos también es tiempo de mujeres, solo cuando les conviene.