Maratón del cuento

Rosalía Arteaga Serrano

Una iniciativa que año a año viene desarrollando Girándula, a pesar de las dificultades, tiene que ver con la promoción de la lectura entre los pequeños, a fin de estimular a los nuevos lectores, entusiasmarlos con los relatos fantásticos o que también recogen historias reales, relatadas en la mayoría de los casos por sus propios autores.

En el Itchimbía miles de niños y decenas de autores se dieron cita para adentrarse en el mundo maravilloso de los cuentos, de las historias. Los autores hicieron gala de su capacidad de lectores, entregaron sus mejores talentos, en algunos casos se vistieron para hacer más reales sus narrativas y conquistar así a públicos variados, no solamente de chiquitos sino también de padres y familiares que se dieron cita en la Maratón del Cuento.

Sin mayores respaldos, quienes hacen Girándula entregaron este regalo maravilloso a la ciudad y a los pequeños, que se sintieron cautivados por las lecturas, pero también por las animaciones que se crearon para volver aún más atractivas las lecturas.

De igual manera los ilustradores, quienes son pieza fundamental en la elaboración de los textos estuvieron presentes, compartiendo algo de la magia que sirve de inspiración a unos y a otros.

El objetivo es noble — ¿qué duda cabe?— y los frutos se los cosechará a futuro, cuando esos niños y jovencitos que participaron en la Maratón se vuelvan adultos que amen los libros, que guarden como parte de sus preciadas memorias algo de lo que absorbieron durante las jornadas lectoras.

A la lectura se llega a través de lo lúdico, que desemboca en el conocimiento, en el hambre de saber más, de aprender más, que es la verdadera fuente de la sabiduría.