Paños tibios compartidos

Manuel Castro M.

La Revolución Ciudadana, el PSC y el oficialista ADN afirman que entre ellos solo hay un acuerdo a nivel legislativo. Sin embargo, la realidad contradice tales posiciones, así, el ex asambleísta Torres por el PSC, quien coadyuvó a hacer efectiva la denominada “Muerte Cruzada” que no ha servido para nada al país, ha sido nombrado viceministro de Gobernabilidad; el presidente Kronfle aduce que es una cuestión personal, como casarse o divorciarse, cuando  un acto político público no debe carecer de   ética y  sindéresis partidaria. Jaime Nebot y Luis F. Torres, importantes y silenciosos líderes de ese partido hacen mutis por el foro.

El pacto negado sigue su curso: un primo del ausente Ricardo Patiño, procesado penalmente por “instigación a la violencia”, ha sido nombrado gerente de la principal empresa petrolera del país. O falta información o el pacto es cada vez más evidente. La correísta Pamela Aguirre lidera la Comisión de Fiscalización. Ella quiso apurar el juicio político, sin respetar la ley que dispone un orden cronológico, a Fernando Santos, para llevar pronto a juicio a la fiscal general, para cumplir su compromiso con Correa, pues los jueces están listos a revisar las causas penales ya sentenciadas a Correa y a Glas. La Comisión de Fiscalización luego ya dio vía libre para enjuiciar a Zapata, a la fiscal general y al Consejo de la Judicatura. El Gobierno en cambio está dedicado a cambiar gobernadores en vez de gobernar seriamente. Wilman Terán es recibido con honores por Kronfle y ante tantas irregularidades en el concurso para jueces nacionales aduce que el concurso ha sido realizado en forma técnica, lo que contradice las opiniones de juristas y observadores internacionales.  Finalmente, han sido detenidos Terán y otros funcionarios por vínculos con el narcotraficante fallecido Leandro Norero; se supone que hay evidencias.  El fin de la telenovela del concurso es incierto. No se sabe quiénes serán los guionistas: Noboa, Nebot, Correa, tal vez.

La ley urgente de Noboa, de ser aprobada, será un paño tibio más. No trata de los subsidios a los combustibles, del Plan Fénix, de la reforma al Seguro Social, de las reformas laborales, de la nefasta Constitución de 2008, seguramente porque se piensa en la reelección presidencial. Para colmo se nombra una comisión ocasional para que analice las enmiendas a la Constitución, integrada por una correísta, cuando este partido es el autor de esa Constitución que no crea un Estado de Derecho sino de derechos.