Hipocresía Internacional

Manuel Castro M.

Las actitudes del gobierno mexicano, presidido por AMLO, son poca democráticas. Su acercamiento y admiración por los gobiernos de Cuba, Venezuela, Nicaragua, son evidentes. Aduce que México no interviene en la soberanía de otros países, para no condenar los sistemas antidemocráticos de esos países, falta de libertades, represión, ausencia de elecciones legítimas y transparentes, partido único. Sin embargo, condena cualquier posición de otros países que no son de su gusto. Al Ecuador lo ha tratado con prepotencia e indiferencia, ha recibido a funcionarios enjuiciados o sancionados penalmente en el Ecuador, con los brazos abiertos.

El último incidente, la situación de huésped de Glas, sancionado con dos condenas penales ejecutoriadas y una orden de prisión en el caso de peculado proveniente del terremoto de Esmeraldas en 2016, ante una petición de la Cancillería de que se le permita ingresar a la Embajada y capturar a dicho ciudadano, ha sido respondida con una negativa tajante, que estaba en su derecho. Lo lamentable es que un conocedor a fondo de Derecho Internacional, ecuatoriano, ha manifestado que tal petición va contra la dignidad de ese país, que está estudiando el caso de Glas  (asilo). Que con esa ‘petición’ ya el Ecuador violó -lo dice un ecuatoriano- el Tratado de Viena sobre la inviolabilidad de los locales diplomáticos y las normas del Convención de Caracas sobre extradición. Tal criterio no es una opinión sino una acusación al Ecuador.  Prescinde de la elemental lógica jurídica, pues para cometer un acto atentatorio o violatorio de una ley o tratado debe haber, con conciencia y voluntad, una acción u omisión. El mero hecho de realizar una petición no constituye una violación ni de ley nacional o internacional. Además, que si hay precedentes de que con autorización del Ecuador se ha permitido el ingreso de autoridades policiales en sus embajadas: en las de la Habana y Londres.

Un excanciller ecuatoriano considera que primordialmente el error es haber solicitado tal petición por escrito. La consecuencia es que, diplomáticamente, con algún ocultamiento de ese acuerdo, si hay la debida autorización, se podría permitir el ingreso a los locales de las embajadas.

El que no tengamos una actitud valiente frente a la política de México afectaría comercialmente al Ecuador o impediría el apoyo de ese país al ingreso del Ecuador a la Alianza del Pacífico, como observa un analista, no es razón para que el Ecuador no actúe con dignidad y no caiga en chantajes ideológicos, propios de AMLO.