Alto porcentaje de tapados

Manuel Castro M.

El 48% de los que votaron por Luisa González no son propiedad del correísmo, donde por cierto hay idealistas y pueblo que tiene esperanzas en el populismo y carece de información o no le hace ascos a la impunidad. Ventajosamente Quito, centro de la política, dio pruebas de que conoce las atrocidades de Correa y sus seguidores radicales, conoce del fracaso de los gobiernos bajo el denominado socialismo del siglo XXI: Cuba, Venezuela, Nicaragua. Ya no está para experimentos populistas, seudo marxistas.

Pero hay los tapados, los cuales con tal de impedir el triunfo de Noboa, por prejuicios, por su extremismo entre comunista y dizque progresista, con harto disimulo votaron por la candidata correísta, pues más les interesa el relajo, el sentirse revolucionarios, que el desarrollo y progreso del país. Además, no creen en la democracia ni en la libertad. Muchos de ellos son intelectuales, periodistas, maestros, sacerdotes, con un buen bagaje cultural pero con obsesiones políticas inentendibles. A nivel internacional, un literato de la talla de Gabriel García Márquez, Premio Nobel de Literatura 1982, oportunamente conoció los crímenes de la dictadura en Cuba, la extinción de las libertades de pensamiento, la represión a los opositores, la existencia de un partido único, la persecución a los intelectuales, que disentían con el gobierno, la crueldad con los homosexuales, sin embargo “Gabo será fidelista hasta la muerte” (Bacells), que ya se dio”. “Como también sería fidelista, comunista hasta la muerte, el eminente escritor Julio Cortázar”, (“Los genios” de Jaime Bayly). Cortázar es autor de “Rayuela y fue un incansable defensor de la libertad y la justicia en sus escritos. Margarita Yourcenar, celebrada escritora belga-francesa, dice: “La gente llamada de ‘izquierda’ tiene con frecuencia una ingenuidad de creyentes…están persuadidos de que sus soluciones son necesariamente buenas…y como todos los creyentes, sueñan con una suerte de edén que siempre termina siendo inaccesible.”

Desde luego, en forma taimada, con análisis dizque profundos y en defensa de los intereses populares, harán la corte a la oposición correísta, para que fracase el nuevo gobierno. Objetarán leyes, funcionarios,  con hábiles falacias, tratarán de parecer objetivos. Son los que se dicen de izquierda, cuando no hay ésta, ni derecha, peor el centro. Hay pensamientos diferentes, pero que no deben convertirse en dogmas o  religiones. Son ataduras mentales que servirán para impedir el cumplimiento de loables proyectos políticos, pues su felicidad ideológica será que sean incumplidos.