Los ‘Putines’ de América

Salvando las distancias, extensión y poderío bélico mundial, en varios países de América también tenemos nuestros propios ‘Putines’, esto es,  personajes autoritarios, abusivos, que cultivan la mentira, la desinformación y el cinismo, para gobernar a su antojo las naciones que han caído bajo su férula, cuyo poder quieren vitaliciamente. Es apenas por falta de medios, no por escrúpulos, que tales “Putines” criollos no extienden sus ambiciones para atacar e invadir otros países que no comulgan con sus pensamientos y acciones. Sus ideas son una mezcla de marxismo, fascismo y populismo.

Cuba se maneja con la herencia de los Castro, mediante represión, propaganda y antiamericanismo. En los últimos cincuenta años ha retrocedido en lo social, económico, bajo un régimen comunista, un solo partido político, ayuno de libertades, atrasado y con un pueblo silenciado. Los crímenes no han faltado, las cárceles están llenas de opositores. Sin embargo no falta intelectuales filoputinescos  que admiran esa forma de gobierno por vil interés.

Daniel Ortega en Nicaragua es un ‘Putincito’ puertas adentro. Ha traicionado una revolución, y asesinado o apresado a sus opositores; el pueblo que ha protestado ha sido masacrado. Se ha perennizado en el poder mediante la represión y el fraude. Un pequeño zar heredero de Somoza en un país pequeño y sufrido.

Nicolás Maduro es una caricatura de su amado Putin. Gobierna con pajaritos que hablan, soldado que disparan al pueblo; pobreza y miseria que ha entronizado en un país rico o que lo fue. No entiende de democracia ni le interesa. Sus crímenes lo atestiguan los organismos de derechos humanos. Venezuela es una pequeña Rusia con un zar hasta ayer chofer.

Andrés Manuel López Obrador acaba de firmar un acuerdo de amistad de México con Rusia, necedad lenta propia de él. Su Cancillería condena a medias la invasión de Rusia a Ucrania, si es que no se ha enterado. No se quedará en el poder porque no sabe cómo. Ve los crímenes que abundan en su país y da explicaciones estilo Putin: él es bueno, los otros son malos.

Y hasta Estados Unidos tiene su aprendiz de Putin: Donald Trump. Ahora solo tiene el poder del dinero.