Liderazgo climático desde el Sur Global

Omar Andrés Camacho y Soipan Tuya*

BOGOTÁ/NAIROBI – El mes pasado tuvo lugar en París la reunión ministerial de la Agencia Internacional de la Energía, mientras que la Unión Africana, que recientemente se incorporó al G20, celebró su cumbre anual en Addis Abeba. Ambos foros reconocieron la urgente necesidad de cumplir los compromisos adquiridos en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28) celebrada el pasado diciembre en Dubai, entre ellos el de triplicar la capacidad instalada de energías renovables para 2023. Pero los retos que tenemos por delante son considerables.

La COP28 identificó muchas acciones que son cruciales para alcanzar las emisiones netas cero en 2050. Más allá del fuerte aumento de la capacidad de energía renovable, éstas incluyen duplicar la tasa de mejora de la eficiencia energética para 2030, reducir progresivamente el uso «incontrolado» de combustibles fósiles y proporcionar apoyo financiero a los países en desarrollo en sus esfuerzos por ampliar el acceso a la energía y avanzar en el desarrollo económico.

África y América Latina tienen un papel fundamental que desempeñar en la consecución de los objetivos mundiales de energía neta cero. Ambas regiones cuentan con un abundante potencial de energías renovables, gracias a sus vastos recursos solares, eólicos, hidroeléctricos y geotérmicos. Aprovechándolos, África y América Latina pueden avanzar rápidamente en la reducción de sus emisiones de carbono, mejorar el acceso a la energía y estimular el crecimiento económico sostenible.

Nuestros países, Colombia y Kenia, ya están dando pasos importantes hacia una combinación energética más limpia. Aunque Colombia tiene enormes reservas de petróleo y gas, la generación hidroeléctrica representa casi el 70% de su producción de electricidad. Y el Gobierno se ha comprometido a aumentar aún más la proporción de energías renovables en la combinación energética para 2030. Aprovechando la energía eólica, solar, de biomasa y geotérmica, Colombia puede diversificar su cartera de energías renovables y reducir aún más su dependencia de los combustibles fósiles.

Colombia también está tomando medidas directas para acelerar la eliminación progresiva de los combustibles fósiles. El Gobierno ha anunciado recientemente la prohibición de conceder nuevas licencias de exploración de petróleo y gas, y ha manifestado su intención de abordar los efectos negativos de la extracción de combustibles fósiles. Estas medidas no sólo frenarán las emisiones de carbono, sino que también ayudarán a proteger los vulnerables ecosistemas y la rica biodiversidad del país.

En cuanto a Kenia, se está convirtiendo en un éxito de las energías renovables en África. Utilizando sus vastos recursos geotérmicos, eólicos, solares e hidroeléctricos, Kenia ha aumentado la proporción de energías renovables en su generación de electricidad hasta la friolera del 94%. Su sector geotérmico ha experimentado un notable crecimiento, convirtiéndose en el principal productor de energía geotérmica de África. Y ahora, Kenia está ayudando a sus vecinos, Etiopía y Yibuti, a aprovechar también sus propios recursos geotérmicos.

El progreso de Kenia se sustenta en los esfuerzos del gobierno por aplicar políticas de apoyo y crear un entorno propicio para la inversión privada. La visión de futuro del gobierno keniata no sólo ha ampliado el acceso de su población a la energía, sino que también ha creado puestos de trabajo e industrias locales, impulsando así el desarrollo económico y abriendo oportunidades para colaborar con otros países. Kenia es miembro fundador de Accelerated Partnerships for Renewables in Africa, una iniciativa que pretende impulsar la transición energética en los países africanos, con el apoyo de Dinamarca, Alemania y Emiratos Árabes Unidos.

Los logros de Colombia y Kenia deben destacarse y celebrarse para motivar y guiar a otros países en sus propias transiciones hacia energías limpias. Los que tienen recursos de combustibles fósiles, por ejemplo, deben seguir el ejemplo de Colombia limitando la exploración de petróleo y gas.

Pero Colombia y Kenia no son sólo modelos pasivos a seguir, sino también líderes mundiales activos. Si sus transiciones hacia energías limpias no hacían ya evidentes sus compromisos, su reciente decisión de unirse a la Beyond Oil & Gas Alliance -una coalición internacional de gobiernos y socios que trabajan para facilitar la eliminación progresiva de los combustibles fósiles- debería hacerlos más evidentes.

Aun así, la financiación es clave para que el mundo haga realidad sus ambiciones de energía limpia. La escasa inversión en África es un reto importante. Un reciente informe de BloombergNEF muestra que en 2021, sólo el 0,6% (2.600 millones de dólares) de los 434.000 millones invertidos en proyectos de energías renovables se destinaron a países africanos. Se necesita urgentemente un fuerte aumento de los flujos de financiación de los países ricos a los sectores de energías limpias tanto en África como en América Latina.

Más allá de la ayuda financiera directa de los países ricos, urge reformar el sistema financiero mundial -incluidos el Fondo Monetario Internacional y los bancos multilaterales de desarrollo- para que sea más justo y eficiente. Sólo entonces podrá este sistema proporcionar financiación suficiente para satisfacer las crecientes necesidades de las economías en desarrollo. También es vital una acción coordinada para aliviar la carga de la deuda de las economías en desarrollo.

En la COP28, el Sur Global demostró su solidaridad y su compromiso con la cooperación. Compartiendo conocimientos y buenas prácticas, las economías en desarrollo pueden acelerar drásticamente la transición hacia una energía limpia. Pero, si el mundo quiere tener éxito en la lucha contra el cambio climático y salvaguardar nuestro futuro colectivo, es esencial una acción audaz para garantizar una financiación adecuada.

*Omar Andrés Camacho es Ministro de Minas y Energía de Colombia. Soipan Tuya es Secretaria del Gabinete del Ministerio de Medio Ambiente, Cambio Climático y Bosques de Kenia.

Derechos de autor: Project Syndicate, 2024.

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