Lasso se va quedando solo

Al Presidente de la República le quedan cada vez menos amigos y defensores a causa de su pésimo actuar político. En apenas un año y poco más, se ha alejado de todos, desde sus aliados naturales del PSC hasta los que él mismo escogió contra toda lógica como PK y la ID.

Pero lo que más debe preocuparle es que hasta su credibilidad está en juego. A las promesas electorales jamás cumplidas se suma ahora la increíble anécdota de sus antes vehementes acusaciones de corrupción en contra de algunos legisladores, retiradas públicamente en estos días.

Todo esto sigue aislando y desgastando al mandatario quien parece ser muy “eficaz” a la hora de cometer desaciertos, como la designación de consejeros ‘ad honorem’ que han contribuido a perjudicar aún más la ya débil figura de Lasso.

Al Presidente por ahora lo rodea su grupo más cercano, que lo sigue perjudicando con su improvisación y total falta de experiencia. En este sentido, cabe recalcar que los que aún apoyan al Presidente ignoran por completo aspectos fundamentales de la política, como el timing, la narrativa y la agenda.

Se equivocaron al no recurrir a la muerte cruzada al principio del mandato y al sentarse a negociar con el movimiento indígena —algo que solo beneficiará a sus opositores, los que llevan la agenda y la narrativa del país—.

Por tanto,  resulta grotesco y paupérrimo a nivel estratégico estar a punto (se confía en que no lo harán) de llamar a consulta popular. Estarían, una vez más, irrespetando los tiempos oportunos e ignorando los riesgos que esto conlleva. Las consultas se pueden ganar o perder y Lasso no está en condición de sufrir la enésima derrota política. Están quemando por completo la credibilidad y liderazgo del Presidente, quien debería, en caso de perder la consulta, inclusive considerar su renuncia.

Hay demasiado en juego, pero Lasso se va quedando solo o por lo menos con pocas personas capaces de decirle que lo está haciendo mal. Él y su gabinete están totalmente desconectados de la realidad que vive el país y en lugar de reaccionar, siguen hundiéndose y tomando decisiones desacertadas.

¡Cuidado las elecciones y la posible consulta de febrero terminan siendo la lápida del actual Gobierno!