Laboratorio constitucional

Italo Sotomayor Medina

Italo Sotomayor Medina.

Dos decisiones de este gobierno han gozado del aplauso popular: el plan de vacunación y la declaratoria de ‘muerte cruzada’. No solo porque el efecto inmediato del decreto sea la disolución de la Asamblea, sino también, porque en cuestión de meses, el propio Lasso abandonará Carondelet; un lugar al que no debió llegar, ni siquiera como turista.

El Consejo Nacional Electoral y la Corte Constitucional, con relativo apuro, han bendecido el decreto de ‘muerte cruzada’. El primero, convocando a elecciones, y, el segundo, evadiendo responsabilidades, pues, a su criterio, cuando por primera vez se utiliza semejante comodín constitucional, no tiene nada que decir. Si bien es cierto que la Corte ha matizado en otros pronunciamientos lo que debe considerarse como ‘grave crisis política y conmoción interna’, hoy nos dice que no es competente, que el pueblo ecuatoriano debe arbitrar sobre las discrepancias entre el Ejecutivo y Legislativo y que por tanto, ni ellos, ni ningún otro órgano jurisdiccional, pueden pronunciarse al respecto.

El pronunciamiento, por decir lo menos, es preocupante. En un país tan convulsionado y en donde reina el descontrol, la Corte ha hecho un análisis político, pero no del todo jurídico. Nos dice y no hace falta leer entre líneas, que existen actos del poder público que no están sujetos o se escapan del control constitucional. Es decir, hay vía libre para que el presidente, en cualquier momento y ante la mínima crisis, pueda disolver a la Asamblea Nacional a su antojo. ¿Le parece válida esa decisión en un Estado que se precia de ser ‘constitucional de derechos’?

Quedan solo dudas y el mal sabor de una decisión que, aunque se esperaba que fuera oportuna, no cumple con el requisito mínimo de motivación. ¿A quién puede convencer que el máximo organismo de interpretación constitucional haya abierto la puerta para que la arbitrariedad presidencial se materialice? En estos momentos de urgencia democrática, tan solo nos queda esperar el momento de estar frente a las papeletas y recomponer al Legislativo. Sobre el presidente, cuidado nos volvemos a equivocar y elegimos al más opcionado para ganar, pero al menos indicado para gobernar. Veremos.

@ItaloSotomayor
[email protected]