La gran lección

Si a algunos no les importó escenas de ecuatorianos arrodillados, entre llantos y abrazos, al recibir emocionados un veredicto de inocencia después de haber permanecido muchos años en prisión es porque llegaron a la insensibilidad y se alejaron de la comprensión, empatía y sentimientos humanos.

Porque,  la sensibilidad es parte de todo un proceso que actúa desde un elemento cerebral llamado amígdala, que guarda hechos y reacciones emocionales para responder automáticamente a situaciones como la injusticia y  provocar, en protagonistas directos, la necesidad de decir la  verdad o como  espectadores: observar, analizar,  no guardar silencio y protestar.

El tema referido al inicio no solo debe ser una noticia a la que el paso del tiempo termine sepultando en el olvido; al contrario, obliga al análisis de la llamada “gran farsa”, aquella construida desde el poder el 30-09-2010 con inventos, adulteración de videos, falsificación de documentos, para justificar actos enfermizos  y mantenerse en el poder.

Esos hechos mencionados pertenecen a mitómanos, según  Juan Moisés de la Serna (psicólogo, neurocientífico, biólogo de comportamientos),  y vienen de  personas que solo saben decir embustes, trabajan con  engaños para buscar la aceptación y admiración para perdurar, captar  más adeptos, ocultar su enfermedad y cometer acciones que dejan daños irreparables. En el Ecuador hubo uno y está prófugo.

Desde esa personalidad ficticia nacieron las distorsiones que llevaron a rechazables condenas, felizmente ya resueltas por acciones de buenos profesionales que actuaron en derecho, permitiéndonos ahora si, honrar a quienes asimilaron las enseñanzas de la educación en valores impartida por: padres, profesores y la institución que los formó.

Defendieron ante todo la verdad, pese a indecorosas propuestas de indulto para que declaren algo que no cometieron. Esa valiente respuesta merece respeto y admiración, es la gran lección, asimilable tan sólo con entendimiento y razón, porque como dice Gandhi: “Más vale ser vencido por la verdad que triunfar por la mentira”.