Kléber Mantilla Cisneros
Un incentivo de USD 5 millones de dólares ofrece Estados Unidos por información precisa para la captura de los asesinos intelectuales de Fernando Villavicencio. Del inédito investigador de las redes del narcotráfico internacional y de las mafias políticas intocables del petróleo que tensionan la región latinoamericana. En realidad, se trata de una proposición admirable de dinero y la confirmación de verdades irritantes denunciadas contra el narco-populismo (2007 a 2017) que buscan justificar la dinámica del crimen organizado a nivel comunitario y continental. Todo tras la expansión mundial de la droga, las tramas espectaculares de corrupción y la impunidad grosera de la justicia local.
No se trata de un procedimiento simbólico sino que está asociado a la movilización internacional para llegar a las mentes más destructivas y peligrosas de la sociedad. Recordemos la persecución, desenlace militar y final de Osama Bin Laden, el cerebro más buscado de la historia reciente por planificar los ataques a las Torres Gemelas de Nueva York y al Pentágono el 11 de septiembre de 2001.
Un aspecto especial para la prensa internacional sobre el crimen de Villavicencio es el desafío del líder de la banda Los Choneros: Fito, cuando grabó un videoclip desde la cárcel en la que cumple condena. El País cita el narcocorrido que demuestra el poder del asesino frente al Estado y su burla a autoridades que no lograron mantenerlo ni un mes en máxima seguridad. El FBI sigue cauteloso en Quito, pero las amenazas aparecen por todo lado. 50 días después del crimen amenazan a la viuda: Verónica Sarauz. Otros recalcan la foto en una piscina de Miami. Lo amenazó Leonardo Cortázar, en un aeropuerto, el 19 de noviembre de 2022 – en la imagen aparece él junto a Ronny Aleaga, expandillero, y Xavier Jordán, prófugo por estafa en hospitales-. Por ello, el ‘New York Times’ asegura que el candidato anticorrupción reveló el vínculo directo entre autoridades y el crimen organizado. Antes y ahora.
El portal ‘InSight Crime’ menciona las conexiones del grupo Los Lobos con criminales balcánicos, en especial albaneses; y, los nexos con carteles mexicanos. Entonces, ¿no sería clave la ruta del dinero narco a Europa y EE.UU.? ¿Lavandería bancaria? Tal vez; pero, a estas alturas, la agencia EFE colocó la dirección [email protected] y el teléfono en Ecuador 131 para receptar, a cambio de un millón de dólares, cualquier dato que permita llegar a los cabecillas. Algo suelto aún, un mensaje celular desde Chicago, EEUU, a los sicarios y la alerta de Diego Vallejo, ex asesor del ministro del correísmo, José Serrano, quien tendría pistas válidas del crimen político más atroz de la actualidad.
@kleber_mantilla