Innovar desde el propio mercado

La semana pasada una empresa ecuatoriana hizo su presentación formal para cubrir una necesidad: el modelado 3D y la virtualización de espacios urbanos y patrimoniales, así como la creación de personajes en entornos digitales y la construcción de escenarios para el mercado de la aplicación que usan.

No es nada del otro mundo, dirán muchos. O bien, esto es algo que por fuera ya se hace. O bien, que en las universidades, los diseñadores multimedia ya lo trabajan hace mucho tiempo. Muy cierto, pero comercialmente son los primeros que se atreven a dar estos servicios y a apostarle a la industria creativa en un segmento que estaba destinado a que todo se hiciera por fuera.

Muy pocos son los desarrolladores de videojuegos en el país; los valientes, que los hay, llevan años creando sus propios entornos. Sé de más de uno que está produciendo un largometraje que lleva décadas, y otros que han creado videojuegos que aún no han pasado de la fase de prueba.

Esta empresa ahora le apuesta a la creación y comercialización de contenido: quieren posicionar su serie animada de fútbol en plataformas OTT como Netflix, Amazon, HBO, etc.; quieren dar servicio al patrimonio nacional, escaneando las maravillas naturales y arquitectónicas de las ciudades patrimoniales para que puedan ser mostradas en diferentes escuelas y colegios sin necesidad de que los estudiantes se desplacen. La idea es que el edificio vaya a la escuela y los usuarios hagan una inmersión virtual con un casco o en su celular.

Solo quienes están decididos a cambiar la forma de ver los museos, la educación e incluso la publicidad de marcas en el país llevan a cabo iniciativas así; quienes están cansados de ver la monotonía de contenidos y la poca efectividad comunicacional de la cultura y del entretenimiento.

Muchos que dan estos servicios de manera dispersa los verán como copiones o tan solo como operadores de un motor. ¡Cuán equivocados están! Parten de la comprensión del mundo contemporáneo, el análisis de las herramientas más útiles y del ejercicio de saber usar la herramienta.

Como ellos dicen, “el metaverso llegó al Ecuador”, y qué bien que estas dimensiones se vayan ya pensando y realizando para futuro, no solo como lo que hacemos los investigadores, sino que van más allá: a la creación que parte de la investigación y desarrollo. Por esto esta empresa es de I+D+I: investigación, desarrollo e innovación.