¿Hay una salida?

José Alvear

¡Vivimos en decadencia! Desde la infancia estamos inmersos en el pensamiento equivocado de que ‘La Religión es el Estado’, y que ese Estado es un ‘papá’ que debe mantenernos, salvarnos, liberarnos de errores y fracasos. Sin embargo, los países socialistas con modelos paternalistas son los más pobres y cuentan con los índices de inflación más altos: Venezuela, lidera la lista con 137,1% de inflación; Argentina tiene el 71%; Chile el 13,1%; y Colombia el 10,2%. La inflación, que es el aumento generalizado de precios, bienes y servicios, se mide de acuerdo con la canasta básica que se consume en cada país.

Entonces, queda únicamente en el discurso romántico de los gobiernos socialistas la lucha contra la pobreza, porque en realidad se promueve esa condición. No olvidemos que fue ese modelo: el socialismo del siglo XXI,  el que destruyó la economía del país y empobreció a los ecuatorianos.

A esta filosofía dañina no le interesa que el ciudadano sea disciplinado, eficiente y organizado. Ese modelo representa todo lo contrario: un pésimo administrador de recursos, que apoya la pereza y la poca productividad.

No podemos permitir que este macabro escenario, cuyos principales protagonistas son la casta de viejos políticos, continúe. Ellos son los más interesados en que nada cambie. Mientras más engorde el Estado, les resulta mejor porque significa más tráfico de influencias y más ingresos adicionales para sus bolsillos. Ellos buscan eternizarse en el poder cual caudillos o monarcas para seguir viviendo del Estado, como los parásitos que son.

Es momento de despertar. Esta crisis que vivimos debe ser la oportunidad de pensar distinto, de soñar que es posible salir adelante con el modelo libertario, que prioriza la vida y los derechos humanos.

Es momento de pensar en un Estado menos intervencionista, más supervisor, menos gastador, y austero que nos garantice: salud, educación, seguridad, un sistema de justicia transparente y energía barata. Solamente así saldremos del patio trasero del subdesarrollo.

Es momento de labrar el terreno para que llegue con fuerza ese modelo libertario, que impulsa el libre mercado y la libre competencia, apoya al sector productivo reduciendo impuestos y liberándolos de aranceles para promover la competitividad.

Es clave generar un marco legal y laboral estable, que sea equilibrado y garantice al sector productivo la posibilidad de crecer. Así, los 5.5 millones de desempleados que pululan por las calles habrán encontrado una solución a ese grave problema.

¡Llegó el momento de rugir, despertar y liderar estas ideas libertarias, porque son el mejor ejemplo de libertad, justicia y producción!

Sí, la salida Libertaria es la única fórmula cuantitativa y superior al socialismo, porque saca de la pobreza al ser humano y le devuelve su autoestima.

¡Viva la libertad!