Frente al peligro

Tres veces campeón mundial de kickboxing, Frederic Sinistra perdió su última batalla infectado por ese enemigo invisible, el virus de la pandemia que,  desde hace dos años aproximadamente, con letales consecuencias golpea al mundo.

Esta muerte ocasionó impacto, ya que ese personaje del deporte, de 41 años de edad y considerado el hombre más fuerte de Bélgica, fue un antivacunas: por ello, precisamente, pereció, víctima de su desorientación, actitud novelera o irresponsabilidad. Hay una tendencia realmente incomprensible de quienes no quieren vacunarse, incluso salen a lugares públicos en manifestaciones que, en ocasiones, han generado disturbios.

En momentos que escribo este artículo, se informa que en Francia se  registran más de cien mil contagiados diarios, razón por la que, en ese país, se estableció la obligación de vacunarse en determinadas franjas poblacionales: las medidas de este tipo, allí, determinan que en los próximos días, sea aprobada una ley anticovid, que  impondría la obligación de vacunarse y así obtener el certificado que posibilitará efectuar actividades públicas y privadas.

Varios países del Viejo Continente están adoptando medidas parecidas y hasta de confinamiento estricto, además de insistir en otras necesarias restricciones, como el uso obligatorio de mascarillas que cubran boca y nariz, lavarse las  manos frecuentemente y con jabón, existencia de lugares abiertos y con ventilación, evitar aglomeraciones ciudadanas.

Nuevas alarmas se han prendido ante el aparecimiento de la variante ómicron, haciéndose imprescindible que exista mayor conciencia en torno a este mal que sigue haciendo de las suyas. En buena hora que en Ecuador se haya declarado la obligatoriedad de vacunarse, para las personas que viven en nuestro territorio o lo visitan. Frente al peligro, el sentido común recomienda evitarlo.