El Ecuador se está muriendo

Ugo Stornaiolo

La violencia que se ha tomado el país es señal de una muerte lenta, con un gobierno y los poderes del estado que dan palos de ciego para enfrentar el problema, permitiendo que las bandas narco/delincuenciales se tomen zonas y ciudades. Reina el terror y el miedo. Los datos hablan de Esmeraldas como la sexta ciudad más violenta del mundo y las misiones diplomáticas advierten a sus ciudadanos de no viajar a algunas ciudades como Guayaquil (el ministro Zapata ni se enteró de la ola de atentados en la madrugada siguiente).

¿Por qué el gobierno no para la violencia? No existe una solución única. Aunque ha tomado medidas como estados de excepción, toques de queda y creó unidades policiales especializadas, esas medidas han sido insuficientes. Por suerte, ya se fue Diego Ordóñez…

Otros factores subyacentes: la desigualdad social, el desempleo y la pobreza. Tampoco hay recursos para implementar comunidades de seguridad, de educación sobre prevención de violencia y existe mucha corrupción en la policía y en el aparato judicial que impiden detener el flagelo. Todos los días algún juez de medio pelo libera a algún delincuente.

Las cifras son alarmantes. Entre 2021 y 2023, las muertes violentas crecieron casi al 90%. Es el sexto país más violento de la región, encima de México. Se cerró 2022 con el peor registro de violencia criminal. 4.603 muertes violentas (25 casos por 100 mil habitantes y el número crece). La inseguridad ciudadana aumenta y el número de homicidios llega a niveles preocupantes.

La violencia no es un fenómeno nuevo y por décadas el país sufrió una creciente inseguridad ciudadana, agravada por el aumento de la violencia de grupos armados ilegales y carteles del narcotráfico, incrementando los homicidios y el deterioro de la calidad de vida. En las calles, cárceles o en los estadios (hay imbéciles que quieren matar porque pierden partidos. ‘El invicto o mueren todos’, fue la amenaza de la barra brava a los jugadores de Liga).

La violencia impacta en la economía. La inseguridad ciudadana disminuye la confianza de los inversionistas. No vale la pena invertir en un país así, contribuyendo a una desaceleración económica. Ecuador es uno de los países con menor crecimiento de la región. A propósito: ¿Servirá de algo si destituyen al presidente?

Por esto, el país se muere. Los responsables (los poderes del estado) deberían tomar ya medidas contra la inseguridad ciudadana. Solo así podría haber otro futuro. Pero, como van las cosas, el camino es la desintegración o la anarquía en las calles.