El Comercio

Mayra Aguirre Robayo

En el lenguaje cotidiano siempre ha habido referencias a El Comercio como fuente informativa de importancia nacional. Su actual crisis en 117 años de existencia se evidenció en la no circulación en papel en el último feriado, por un paro de trabajadores y periodistas impagos, jubilados y despedidos.

La crisis tiene sus raíces con el enganche político-comercial del expresidente Rafael Correa con el mexicano Ángel González, conocido como ´El Fantasma´, para controlar la prensa con pautas publicitarias y no ser criticado como líder de ‘Alibaba y los 40 ladrones’. Esta metáfora avizora como afectó la Ley Orgánica de Comunicación (LOC) que impedía la concentración de medios. En 2016 a González ya le adjudicaron 18 frecuencias radiales y canales de televisión con accionistas distintos con empresas de papel en Uruguay. Los intermediarios del acuerdo fueron los hermanos Fernando y Vinicio Alvarado —prófugos en Venezuela—, según la investigación de Fundamedios y 4pelagatos, la compra de El Comercio venía con la promesa de utilizar la imprenta para la publicación de folletos y libros gubernamentales y la suma de 530 mil dólares para los Alvarado era parte del acuerdo. El secretario jurídico Alexis Mera —preso en la cárcel de Latacunga por el caso Sobornos— cambió el reglamento de la LOC, ya que extranjeros no podían ser dueños de medios nacionales; extendiéndole a los acuerdos comerciales y económicos del Ecuador con Uruguay.

El Comercio ha recibido premios de Estados Unidos y Europa; ya no es un periódico que se juega con sus visiones y géneros periodísticos para ser vanguardia de la crítica política y cultural del país, sino es una empresa corporativa comercial. Es lamentable, que el director ejecutivo Ramiro Rivera justifique el reciente paro laboral por ser una empresa globalizada. Me gustaría preguntarle los esfuerzos que realiza para que se juzgue los asesinatos, dirigidos por el ‘Guacho’, en Mataje de los periodistas. Rivera ya no debería ser entrevistado por noticieros radiales críticos como Democraciatv.

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@mfaguirre2