Educarse en feminismo

El feminismo no es la versión femenina del machismo. El machismo es una forma de sexismo, es la actitud o manera de pensar de quien sostiene que el hombre es superior a la mujer. El feminismo, por otra parte, es un movimiento basado en el principio de igualdad de derechos entre mujeres y hombres.

Esta igualdad es conocida también como igualdad de género. ¿Por qué se habla de género? Porque el género reúne los atributos y las oportunidades asociados a ser hombre o mujer, y las relaciones entre ambos. El género se construye socialmente y determina lo que se espera, se permite y se valora en una mujer o un hombre en un contexto determinado.

Hoy, en la mayoría de las sociedades existen diferencias y desigualdades entre mujeres y hombres en las responsabilidades y actividades asignadas, el acceso y control de recursos, así como en la toma de decisiones.

Frente a esto, la igualdad de género promueve la igualdad de derechos, responsabilidades y oportunidades de mujeres y hombres; y el reconocimiento de que estos no deben depender de si se nace hombre o mujer. También considera los distintos intereses, necesidades y prioridades —tanto de mujeres como de hombres—, y reconoce la diversidad que existe entre sus diferentes grupos.

Así, la igualdad de género no es un asunto solamente de mujeres. Es un pilar fundamental para el cumplimiento de los derechos humanos y ha probado ser indispensable para el desarrollo humano, social y económico.

Todo lo anterior son solo definiciones básicas, tomadas de instituciones como la Real Academia Española u ONU Mujeres, y que pueden encontrarse fácilmente. Aun así, muchos quienes denostan o critican el feminismo nunca se han dado el tiempo de leerlas. Por eso es importante replicarlas; porque si se quiere hablar de feminismo e igualdad de género, educarse en los conceptos básicos es el mínimo indispensable.