Día aciago y decisiones coherentes

Fabián Cueva Jiménez

La celebración del primer grito independentista de 1809 se calló en su víspera. Nos conmovimos por el asesinato de un buen ecuatoriano, Fernando Villavicencio, un soñador por una nueva libertad. Supimos a su debido tiempo exaltar sus virtudes: bizarro para soportar la persecución, corajudo para denunciar el abuso del poder público con actos de la interminable corrupción, bravura para recibir con calma los improperios, sereno para resistir la impavidez, agalludo para comprender la impavidez y fuertepara sobrellevar el odio. Todo reunía, simplemente fue un VALIENTE.

Nunca dejamos de apoyarlo, era la única alternativa para el inicio de un cambio, pero nos dejó, después de una acción que no deja dudas de donde vino, sabía que era el peligro más cierto para quienes desde 2007, cometieron las fechorías más descaradas.

Pero, hay que seguir adelante, pensando, escribiendo y diciendo cosas con claridad; es decir con coherencia, lejos de aspectos emocionales, cerca de principios y valores, para aplicarlos en papeles llamados votos, que significan una postura mental, un discurso, sin ambigüedades y contradicciones.

Nos han pedido respuestas y elecciones con temas para meditarlos a fondo, de alta complejidad y discrepantes, a los que incluimos aspectos relativos a los derechos que nos asisten.

El voto nulo, derecho y opción. Para unos, protesta contra regímenes políticos o sistemas electorales; para otros, acto individual sin mucha significación que sólo al transformarse en decisión colectiva es importante, merma la necesaria participación de todos

El voto facultativo otorgado entre a otros, a jóvenes de 16 a 18 años que no cuentan con una formación educativa crítica, fáciles de ser influenciados por gente de: mayor edad, partidos políticos y hasta maestros con tendencias partidistas extremas.

A los quiteños, consulta sobre parte de la región del llamado Chocó Andino, estructura geológica y ecológica de Panamá hasta nuestro país. Nos piden decidir sobre la explotación minera, controvertido y polarizado tema que requiere de mayor información y debate, pues un sector rechaza: el 99% de habitantes trabaja en el agro y el turismo, es una zona proveedora de agua para potabilizarla y proporcionar inclusive a habitantes de Quito, bosque protector contra aluviones que absorbe 250 toneladas de carbono por hectárea para evitar aire contaminado; mientras otros dicen: la minería no sacrifica el medio, proporciona 180.000 plazas de trabajo, entre otras afirmaciones.

Nuestra posición impedir la explotación minera.

Del caso Yasuní señalan, si no se sigue explotando: colapso económico inevitable, interrupción de la producción petrolera con disminución de ingresos al presupuesto nacional afectando a la educación y otras áreas, bloqueo a la inversión, costos por la rotura de la infraestructura, disminución de apoyo a las comunidades, peligro de la dolarización; pero contrariamente también: daños ambientales por una explotación irracional, destrucción del ecosistema más grande del mundo, fuente de escándalos por corrupción, añaden soluciones para reemplazar las pérdidas económicas: exigencia para cobrar impuestos reales a los ricos, disminución de exoneraciones e incentivos fiscales, suspensión de la devolución del IVA, utilización de reservas del Banco Central, eliminación parcial de los precios de los combustibles.

Presente y futuro cercano de Ecuador en peligro, vive de ingresos reales, sobreendeudado, con tecnologías lejanas para la explotación sana, y otra fuente de energía, nula.

Elección de asambleístas: ineficiencia e ineficacia demostrada con deseos de reelección.

Una semana para tomar decisiones coherentes, después de un día aciago, la muerte de Fernando Villavicencio.