Aucas: el equipo de las cien mil almas

Ugo Stornaiolo

Domingo 18 de febrero de 1945. Juegan en el Estadio El Ejido (el Arbolito) Liga frente al Aucas, el equipo creado por James de Howitt, un neerlandés de la compañía Shell que vino a buscar petróleo en el Oriente. Jugadores del Titán fueron enrolados en la empresa y jugaron en el nuevo club, con colores de Pichincha y de la petrolera. No se sabe hasta ahora quién hizo el primer gol del ídolo quiteño: Pocito o Acevedo.

Liga y Aucas vencieron al Ecuador en un triangular de permanencia en la máxima división del fútbol aficionado (fueron últimos en 1944). Empataron en dos partidos. Por eso, la asociación de fútbol aficionado los reincorporó al torneo. En El Arbolito nacía un clásico. En agosto de 1945, Aucas ganó el campeonato amateur. Faltaba dilucidar al ídolo quiteño, porque el viejo Gladiador se resistía. El veredicto fue en 1951, en otro triangular con Aucas y Liga.

Al arco ‘Chalmeta’ Naranjo, los hermanos Garnica, ‘Gabicho’ Gavilanes, Clemente ‘Negro de Oro’ Angulo y Pedro Acevedo hilan jugadas y Gonzalo Pozo ‘Pocito’ hace otro gol. Se juega el partido de la eternidad, ante cien mil almas. El rival gana 4 a 0 en la primera parte. El Aucas indomable (como los indios a los que debe su nombre) juega su “famoso segundo tiempo” y gana 5 a 4. Suenan las matracas y los jugadores salen en hombros del viejo estadio quiteño. Desde el cielo Carlos Machado grita los goles del “Aucas de mi vida”, “aunque suban los precios”. Juan Reyes Daza edita, al apuro, una edición especial de revista Aucas y Hugo ‘El Búho’ consuma su poema “cuando el Auquitas sea campeón”.

En la media el ‘Tres Pulmones’ Domínguez recorre el césped del Atahualpa. El arquero Pinillos saca de mano a la media cancha buscando a los paraguayos Schettina y Rolón y su coterráneo el ‘Cabeza’ Agüero va al área rival a buscar el gol. El brasileño Mariano Ubiraci pasa al uruguayo Alcides Gómez que anota. El ‘Potro’ Figueroa junto al ‘Tin’ Delgado vuelven a golear a Liga; René Higuita hace locuras en el arco; el ‘Gringo’ Berrueta hace un gol y se escapa al casino; y juegan los traviesos Lupo Lastra y el ‘Oso’ Maldonado.

Aucas, equipo de las cien mil almas: del Arbolito, del Atahualpa y de Chillogallo —en el Gonzalo Pozo—. Al fin se hizo justicia a una historia de 77 años: muchos títulos amateurs y un pentacampeonato interprovincial. El último en 1962, con el ‘Tanque’ Romero como figura. Aucas, patrimonio intangible de una ciudad que añoraba a su ídolo. El de los sufrimientos y las fotos de los ausentes en la grada. El Aucas de siempre. Un campeón que rompió la historia.