El testimonio de ‘Bombita’

Ana Changuín Vélez

El pasado fin de semana tuve la oportunidad de sumergirme en la obra ‘Guillermo Rodríguez Lara. Testimonio de vida y del nacionalismo revolucionario’. Se trata de un libro estructurado como el recuento de una vida, cuyo texto surge de una entrevista realizada durante años por el historiador Enrique Ayala Mora.

El relato sigue la línea cronológica de los recuerdos del general Rodríguez Lara desde su nacimiento y se convierte en un paseo profundo por una vida extraordinaria de quien se desempeñó como presidente de la República de 1972 a 1976. 

Si bien se aclara que el libro se distancia de ser una biografía, pues únicamente ofrece datos y evidencia aportados por la memoria de Rodríguez Lara, es claro que permite un diálogo íntimo y fluido con el general, revelando la riqueza del pensamiento del entrevistado.

La travesía por la vida de Rodríguez Lara comienza en Pujilí y su formación en el Colegio Militar, extendiéndose hasta sus estudios en la Academia de Guerra y su experiencia en Argentina. El relato, dividido en doce capítulos, muestra el camino hacia el poder, desde la planificación del golpe de Estado a Velasco Ibarra, la conformación del primer gabinete, la relación con las Fuerzas Armadas, su visión, el plan de desarrollo y alcanza algunos recuerdos sobre la participación de Ecuador en la OPEP.

El testimonio además se entrega a un sutilísimo ejercicio desmitificador de algunas de sus decisiones en el cargo, entre ellas la apertura de la Escuela de Ingenieros a civiles (actual ESPE), su posición ante el pago de la deuda de la independencia y su visión respecto de la dictadura de Augusto Pinochet.

En la mayoría de ocasiones, el diálogo no se limita a la figura de Rodríguez Lara, sino que se integra como un compendio de las anécdotas cercanas con sus colaboradores, a quienes dedica frases afectuosas y de gratitud. El general también comparte reflexiones sobre su decisión de retiro y a describir el momento en que proclamó su renuncia.

Página a página, el libro dibuja un crescendo que culmina en el capítulo dedicado a su vida en la actualidad, su cotidianidad, los amigos, y la memoria de lo recorrido.

El corazón de la historia es la visión y la reflexión del entrevistado, que claramente atiende tanto a la suspicacia del entrevistador, como a las circunstancias históricas que determinaron los hechos. Por eso es mejor no desvelar más detalles. Me limito a decir, que el resultado, perfectamente agradable y bien logrado por el historiador, permite decodificar algunos niveles del natural misterio que encierra un personaje tan interesante como Guillermo Rodríguez Lara, conocido popularmente como «Bombita».