A oídos sordos

El “Juntos lo haremos posible” ya es frase trillada. No solo lo ha utilizado el presidente ecuatoriano; otros ya lo dijeron: República Dominicana, Bolivia y hasta en el país de la “revolución bolivariana”. El mensaje es positivo, pero se esfuma, si no hay acciones visibles.

Ahora, en muchos temas vemos “palos de ciego” u “oídos selectivos”, errores gravísimos, causas de convulsiones peligrosas para la democracia. A propósito de oídos selectivos, la ciencia nos dice que el cerebro utiliza desde el lóbulo frontal filtros que permiten seleccionar sonidos, que son dirigidos por la voluntad humana hacia lo que queremos escuchar, dejando a un lado a otros, aunque de mayor sonoridad. Al escuchar: “el gobierno no nos escucha”, es de “oídos sordos” comenzamos a comprender y más, cuando revientan caudalosos reclamos que pudieron evitarse a tiempo y terminar en una casi sumisión. Sucederá igual, cuando se reclame por una educación de calidad; no han podido construirla con instrumentos y herramientas existentes desde hace 11 años. ¿Esperan la protesta?

Dar vida y dinamizar al Consejo Nacional de Educación es lo que corresponde. Organismo constituido por dos instancias para desarrollarlas, una consultiva a la que me refiero hoy, encargada de emitir aportes técnicos desde instancias ya organizadas. Consejo integrado por: el Sistema de Educación Intercultural Bilingüe, para atender a los recientemente alzados, el organismo de evaluación (INEVAL), la SENESCYT para solucionar el problema de bachilleres; la intervención directa de los docentes: privados, estatales, municipales y fiscomisionales; los promotores de la educación municipal con propuestas de nutrición para estudiantes y ONGs de origen privado, con acción social reconocida.

La reiterativa sugerencia, espero lleguen a las autoridades, deben aprender la reciente lección, porque pese a haber transitado por organismos internacionales, todavía no comprenden que la educación es para mejorar la vida de todos.

Recapaciten: A palabras necias…oídos sordos, y a oídos sordos…rebelión segura.