Un empate con sabor a derrota consiguió ayer el Tungurahua Sporting Club frente al Pastaza Moto Club. El cotejo, que se jugó desde las 11h00 en el estadio Bellavista y con unas 300 personas, fue bastante brusco.
Por esta dureza salieron expulsados tres jugadores: Washington Toapanta, Marco Armas y Carlos Solórzano.
El encuentro empezó con un dominio del Tungurahua. La ofensiva fue permanente en los primeros 25 minutos y dio resultados cuando Jairo Revelo abrió el marcador. La alegría de los hinchas de la ‘cucaracha’ se adueñó del escenario.
Sin embargo, esta algarabía duró poco, pues el Moto Club reaccionó, pero gracias a la buena actuación del arquero Juan Molina la igualdad no se cristalizó.
La mala intención en el compromiso se hizo más notoria al minuto 43. Allí se agredieron mutuamente Marco Armas y Washington Toapanta. A consecuencia de esto, el árbitro Diego Lara dictaminó un penal a favor del Tungurahua, el cual no fue aprovechado ya que el jugador Diego Ramos falló el disparo.
Segundo tiempo
Con la ventaja de un gol concluyeron los primeros 45 minutos. En el segundo tiempo, el elenco de Pastaza salió con todo y este dominio se transformó en gol a los ocho minutos a través de Carlos Solórzano.
Con el empate, el cotejo estuvo para cualquiera de los dos equipos. Ataques iban y venían, pero la falta de definición se evidenció. Jugadores como Joselito Espinoza no pudieron hacer la diferencia.
La misma brusquedad que reinaba en la cancha se apoderó de los graderíos en donde los hinchas de los dos planteles se insultaban. Afortunadamente esto no pasó a mayores.
El encuentro terminó empatado, pero antes el juez central expulsó a Carlos Solórzano, quien no podrá jugar el partido de revancha, el próximo domingo en Pelileo.