México aterriza en Moscú después de una polémica por una fiesta

Moscú, Rusia, AFP

Una semana después de que explotara el ‘fiestagate’, fueron el seleccionador Juan Carlos Osorio y el atacante Javier Hernández los encargados de cerrar una herida que amenazaba con supurar durante todo el Mundial, este lunes, en el que el equipo tomó posesión de su cuartel general en Moscú.

Horas antes de que México abordara el avión que los trasladó de Copenhague a la capital rusa, tomó la palabra el máximo goleador histórico de la selección en un vídeo publicado en Facebook.

«La realidad fue que hubo una reunión, la cual se hizo para celebrar mi cumpleaños. Yo invité a todos los jugadores para que pudieran asistir», dijo ‘Chicharito‘ Hernández, que cumplió 30 años el 1 de junio.

Un rosario de medias verdades se había iniciado una semana antes cuando medios mexicanos publicaron que ocho internacionales participaron en una fiesta privada con 30 mujeres. La noticia alcanzó dimensión internacional y se convirtió en una de las chanzas previas al Mundial.

El jugador mexicano 'Chicharito' Hernández se pronunció en Facebook. (Captura de pantalla)
El jugador mexicano 'Chicharito' Hernández se pronunció en Facebook. (Captura de pantalla)

«Responsabilizarse de las cosas»

«Haber aclarado esta situación sirve mucho al grupo especialmente porque salió de ellos. Veo al grupo muy fuerte, hemos tenido diferentes charlas, no solo por esa situación», declaró Osorio ya en Moscú.

«Como seres humanos acertamos y erramos, hay que responsabilizarse de las cosas y de las decisiones que tomamos», añadió el DT colombiano minutos después de que el equipo llegara al centro de entrenamiento de Novogorsk, donde dormirá y entrenará, recinto habitual del Dinamo de Moscú, en el noroeste de la capital rusa.

El Tri tomó el avión sobre las 13h00 GMT en Copenhague para aterrizar a las 15h30 GMT en el aeropuerto internacional de Sheremetievo.

Allí se subieron al autobús oficial del Mundial, de color azul y con la inscripción ‘¡Hechos en México, hechos para la victoria!’, que les transportó a un complejo blindado, situado entre verdes colinas, alejado del caótico anillo circulatorio de la capital.

Un gran escudo de la federación y el eslogan creado para el Mundial, ‘Nada nos detiene’, fueron colocados en la sede del Dinamo. México se hospedará a unos 200 metros de la selección rusa, por lo que las medidas de seguridad son máximas en un barrio tranquilo, de mansiones y avenidas arboladas.