Santander es la capital de la comunidad autónoma de Cantabria, situada al norte de España, en una amplia bahía que lleva su nombre, en la costa del mar Cantábrico, entre el Cabo Mayor y la zona noroeste de la bahía, con una saliente hacia el este formado por la península de la Magdalena.
Es la capital de La Marina, y hacia ella confluyen los caminos procedentes del interior del País Vasco y de Asturias. Su expansión urbana la hizo ganando terreno al mar y extendiéndose hacia las suaves vertientes de las colinas que se hallan hacia el oeste. Es una ciudad moderna, elegante y cosmopolita, tiene una población que supera los 200 mil habitantes.
En esta urbe reside Palmira Bedón Pata, destacada voleibolista, ex seleccionada de Esmeraldas que integró, además, los equipos de la Armada Nacional, del Batallón ex Montúfar, hoy Fuerte Militar Esmeraldas, Nuevo Ecuador y Sagrado Corazón, quien se encuentra en esta ciudad, aprovechando las vacaciones.
Viajó a España
Desde Esmeraldas Palmira viajó para radicarse en Quito, estudió en los colegios: María Angélica Hidrovo y Andrés Bello, en este último recibió el título de bachiller en física y matemáticas.
En 1999 viajó a España radicándose en Santander, capital de Cantabria, donde continuó con la práctica del voleibol, no únicamente como jugadora sino como entrenadora, vinculada a la Universidad de dicha ciudad. Previo a ser llamada a formar parte del equipo de la Universidad jugó en representación de varias instituciones.
Conjuntamente con otros ecuatorianos residentes en España, conformaron los equipos de damas y caballeros de voleibol, se enfrentaron a combinados españoles, actuaciones que le sirvieron para mostrarse y ser tomada en cuenta para lo que es en la actualidad, entrenadora de este deporte.
Pero no todo ha sido color de rosas para Palmira; tuvo que hacer frente a una lesión de ligamentos cruzados en la pierna izquierda y debió ser operada en el hospital de Santander, cirugía de la que se recuperó.
Tras los pasos de mamá
Palmira tiene un hijo, Andy Hidrovo Bedón, de 12 años, nacido en Quito, fruto de la unión con Luis Hidrovo, el niño, a pesar de su corta edad ya mide 1.73 metros y al igual que su madre juega voleibol, aunque también practica el básquetbol.
“Aún mantenemos la nacionalidad ecuatoriana, pero los directivos de la Universidad ya nos están tramitando la nacionalización”, dijo Palmira, agregando que esto les permitirá trabajar de mejor forma.
Envió un mensaje a todos sus amigos de Esmeraldas, a sus compañeras de equipos, a las personas que le ayudaron para su superación, “por las páginas de La Hora quiero enviarles un abrazo y un beso inmenso a todos quienes me aprecian y me recuerdan”, dijo.
