El triunfo de Daniel Noboa, joven inteligente, patriota y preparado, marca un hito en la historia del Ecuador. Un muchacho joven con nuevas ideas es, justamente, lo que nos hacía falta. Confiemos en que el flamante presidente actúe sapientemente y, como un buen estadista, haga uso de sus atribuciones y se esfuerce al máximo por cumplir sus objetivos y ofertas de campaña con miras a la reelección que, sin duda alguna, sería motivo de profunda satisfacción para todos los ecuatorianos ansiosos de cambiar las estructuras políticas, económicas y sociales. Un reto bastante fuerte para un novel presidente que, pese a su juventud, tiene buenas ideas y propósitos para hacer del Ecuador un país democrático, seguro y económicamente sustentable.
Los jubilados esperamos impacientes ser atendidos favorable y oportunamente, tanto en las pensiones como en el servicio médico, habida cuenta de que son pedidos legítimos y justos puesto que son los ahorros de toda nuestra vida laboral. Los jóvenes desean estudiar sus carreras sin cortapisas ni obstáculos; caso contrario se verán obligados a emigrar, con la consiguiente y perjudicial ‘fuga de cerebros’. Los profesionales y trabajadores requieren, urgentemente, fuentes donde desarrollar su potencial y sus conocimientos, con sueldos acordes a la realidad. Los niños, en edad escolar. necesitan escuelas y un desayuno que les permita concentrarse en sus estudios. Los agricultores requieren incentivos para cumplir con su trabajo y su productividad. En fin, todos necesitamos y, es más, exigimos que la justicia actúe con celeridad, imparcialidad y honestidad cumpliendo y haciendo cumplir las leyes.
Resumiendo, son tantas y tantas las necesidades prioritarias debido a las carencias que hemos venido sufriendo por largos y angustiosos años que, a decir verdad, no esperamos un milagro pero sí que, al menos, logremos recuperar la fe en nuestros gobernantes y que, en nuestros corazones, renazca la esperanza de mejores días para la Patria.
Compatriotas: la lucha comienza hoy, para ‘hombro a hombro’ lograr la transformación que tanto hemos soñado.
Atentamente,
Fabiola Carrera Alemán
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