Dardos

Miguel Varea expone 16 óleos y 34 dibujos en la Casa San Lucas, con un predominio de la crítica social.
Miguel Varea expone 16 óleos y 34 dibujos en la Casa San Lucas, con un predominio de la crítica social.

La realidad con la soga al cuello

Miguel Varea muestra su obra pictórica reciente en la Casa San Lucas de Quito, ubicada en la esquina de las calles Venezuela y Esmeraldas. La línea temática de esta muestra que permanecerá abierta hasta el 17 de junio se enmarca en lo que él denomina “cierta fiebre por la participación ciudadana y de ciudadanos al poder”, una realidad que a criterio del artista no está exenta “del peligro de imponer una forma colectiva absoluta de manifestarse”.

Para Varea, al momento que no exista diversidad de opiniones más o menos todo se pierde. “Al rato que la gente piensa, al unísono, habla al unísono, siente al unisono, se pierde la esencia del individuo que es la diferenciación de cada uno”, afirma.

Manifesta que la realidad política vive en el Ecuador con la soga al cuello, de ahí el título de la muestra ‘Un país con la korrea al cuello’, donde no hay una confianza en el manejo institucional del poder. Recuerda que somos un país con un puesto estrella en la corrupción y “yo lo que trabajo es la gente así desvanecida, que no tiene significación, como una sátira a lo que llaman el poder ciudadano, somos una realidad de funcionarios públicos y privados; para ser significante tienes que ser funcionario y es por el manejo de ellos que ocupamos esos lugares en la corrupción”, asegura.

Sobre la preminencia de la política, ejemplifica cómo en los noticieros las estrellas son los políticos, los funcionarios, “todos desfilan dulcemente diciendo que son muy honestos, pero es una cuestión evidente esa corrupción, nadie dice soy corrupto, todo el mundo dice la corrupción, la corrupción…”

A la pregunta de que si se considera rebelde y contestario, dice risueño: “Más que nada desadaptado diría yo”.

Sobre el uso de la letra ‘k’ en lugar de la ‘c’ asegura con sarcasmo que “no me ha surtido, puesto que yo la usaba porque dicen que es más eficaz para fines comerciales”.

Uno de los trabajos que se exponen es ‘Sobredosis de patriotismo’. Varea dice que se recuerdan los símbolos y los próceres cuando se celebra la independencia, pero mientras se se repite la frase “Patria libre y soberana”, ahora los ciudadanos se hacen filas y se pelean por sacar visas hacia España.

Para Varea es una contradicción que de lo que supuestamente se liberaron aquí vayan a desempeñarlo a España con toda energía: “Van libre y soberanamente a hacer los trabajos que allá la gente no hace y aportan al país el producto económico más rentado después del petróleo ¿dónde esta la soberanía?”, se pregunta con ironía.

Para el artista no es deleznable irse a ganar la vida a otro lado, pero se pregunta a través de sus obras dedicadas a la emigración dónde está la soberanía, “seguimos desempeñando un rol de comportamiento colonial evidente”, sentencia.
Sobre lo que espera del público con esta muestra dice: “Que le repercuta y si en esta repercusión me chifla qué le vamos a hacer”.

Barriendo ajeno
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Ave nocturna
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