La Recoleta

La Recoleta
La Recoleta

Fue un convento de los frailes dominicos.

Con los años quedó abandonado a mediados del siglo XIX porque no había suficientes religiosos.

El presidente de ese entonces, García Moreno, entregó el convento casi en ruinas a las monjas del Buen Pastor, para que se encargasen de cuidar y darles cursos de cocina y costura a las mujeres que estaban presas.

En Quito existen varias recoletas. La primera fue de los padres franciscanos y la segunda de los dominicos. De ésta última el autor fue Fray Pedro Bedón, quien construyó la recoleta en el siglo XVII.

La construcción funcionó muy bien durante 250 años. El edificio sobre muros de tapial se levantó alrededor de un patio central en claustro de dos pisos con pilares y arcos.

La capilla con rica pintura mural es de una sola nave. La fachada es sencilla con pilastras y dos torres. La función actual de la construcción es el culto, educación y vivienda.

En esta recoleta se encuentra la imagen de “Nuestra Señora de la Peña de Francia”. Generalmente, las recoletas se construían en las afueras de la ciudad, lejos del mundanal ruido, para no interrumpir la meditación de los sacerdotes.