De la mano del colombiano, Luis Fernando Suárez y con apoyo de la afición, la selección ecuatoriana de fútbol clasificó al Mundial de Alemania 2006, el pasado octubre, hecho que causó gran satisfacción en el pueblo tal como ocurrió en el 2001 cuando el equipo dirigido por el también norteño Darío Gómez entró a la historia mundialista.
El equipo efectuó cambios importantes en 2004. Suárez reemplazó a su compatriota Gómez, quien renunció tras los malos resultados obtenidos por el equipo en la Copa América de Perú de ese año.
Suárez tuvo el acierto de sustituir a las desgastadas figuras locales, que con Gómez habían debutado en el Mundial 2002 (Corea-Japón), con elementos jóvenes que jugaron un papel importante en la obtención del billete mundialista.
Fruto del cambio en la plantilla «tricolor» apareció el juvenil centrocampista Antonio Valencia, que luego se vinculó al Villarreal español. Del plantel mundialista, sólo siete quedaron en la plantilla de los 22 convocados para el último partido con Uruguay en Quito, donde empató 0-0, resultado que dio lugar a la clasificación para Alemania.
Ecuador finalizó tercero con 28 puntos detrás de Brasil (34 más 18) y Argentina (34 más 12).