Revolución de los biocombustibles llega a la aviación

Los aviones de la empresa brasileña Embraer están probando el combustible vegetal.
Los aviones de la empresa brasileña Embraer están probando el combustible vegetal.

Por Mario Osava, corresponsal de IPS.
El bioqueroseno tiene potencial para despegar en el mercado internacional a más velocidad que otros combustibles alternativos, aunque sea el más nuevo y el que enfrenta exigencias de calidad más extremas por destinarse a la aviación.

Los aviones tienen una vida útil de unos 30 a 40 años. Y sus fabricantes quieren asegurarles combustible hasta el final, explica el ingeniero químico Expedito Parente, quien inventó el biodiésel y el bioqueroseno.

Antes de que los aviones nuevos sean destruidos, el petróleo puede desaparecer o costar demasiado para operaciones comerciales de gran consumo de combustible. Por eso no deberían faltar inversiones para desarrollar, perfeccionar y producir el queroseno vegetal.

Los beneficios
El auge de combustibles destilados de vegetales (maíz, caña de azúcar, palmas y soya, entre otros) obedece a que liberan menos gases de efecto invernadero que los derivados del petróleo.

El queroseno vegetal se está probando «en toda la cadena del transporte aéreo, incluyendo fabricantes de aviones, turbinas y accesorios y la red de distribución de combustibles aeronáuticos», informa Parente. En dos años debería ser confirmado como alternativa válida al queroseno del petróleo, prevé el experto.

El proceso involucra a “todo el universo interesado”, destaca, y evita nombrar a la estadounidense Boeing, la mayor fabricante mundial de aviones que firmó un acuerdo de cooperación con Tecbio, la empresa que Parente fundó en 2001 para impulsar sus proyectos. “El convenio inicial fue ampliado a los demás actores”, aclara.

Futuro sin trabas
Al analizar el futuro comercial del bioqueroseno y la posibilidad de que enfrente barreras proteccionistas, como las que traban las exportaciones del etanol brasileño a países industriales, Parente expuso su punto de vista.

El etanol “tiene su propio mundo, el del transporte individual, de motores pequeños”, el biodiésel se destina “al transporte colectivo, a motores y vehículos grandes como camiones, autobuses, tractores, trenes y navíos”, señaló el inventor, quien considera que el bioqueroseno de aviación “tiene que ser internacional, compartido”, de uso transfronterizo y ajeno a proteccionismos nacionales.

Una vida de investigación
Expedito Parente empezó a dedicarse a los biocombustibles a fines de los años 70, como profesor de la Universidad Federal de Ceará, en el Nordeste de Brasil y lejos de los centros dinámicos del país. Su sueño se frustró por el desinterés oficial en la producción de ese combustible y del bioqueroseno, probado con éxito en 1983 en un vuelo de casi mil kilómetros de un avión de fabricación nacional.

Parente patentó sus dos innovaciones en 1980. Pero, por el largo tiempo sin uso, las patentes cayeron y el biodiésel y el bioqueroseno pasaron a ser de dominio público.

Hoy, a sus 67 años, Parente renueva su entusiasmo anunciando, para mayo del 2008, la inauguración de la primera planta ‘semindustrial’ para refinar aceite de la palma babasú (Orbignya phalerata martins), abundante en 18 millones de hectáreas del Nordeste y la Amazonia oriental, además de un centro de referencia en investigaciones de bioqueroseno.

Biodiesel
Futuro

>> Un avión exigirá por lo menos 10 mil litros de biodiésel para despegar.

>>El aceite láurico, que producen las palmas, es la materia prima de este combustible.