Poesía de Esmeraldas: Adalberto Ortiz

Adalberto Ortiz es una figura prominente en la literatura ecuatoriana. Su historia está marcada por logros literarios, servicio público y dedicación a la cultura ecuatoriana.

Adalberto Ortiz nació el 9 de febrero de 1914 en Esmeraldas, Ecuador. Era hijo de Leonidas Ortiz y Dolores Quiñones. Realizó sus estudios primarios en Esmeraldas y Guayaquil, y sus estudios secundarios en el Normal Juan Montalvo de Quito. En esta ciudad, en 1937, Ortiz obtuvo el título de Profesor Normalista. Más tarde, volvió a Guayaquil para continuar con sus estudios universitarios. Desde su época de estudiante, Ortiz mostró un gran interés por la literatura. En 1940, publicó sus primeros poemas negros y mulatos en el diario El Telégrafo de Guayaquil. Estos escritos fueron recibidos con entusiasmo por la crítica literaria.

Primeros logros literarios
En 1942, la novela de Ortiz, «Juyungo» (Historia de un Negro, una Isla y Otros Negros), ganó el primer premio en un concurso de novelas ecuatorianas. Este trabajo ha sido traducido a ocho idiomas y ha tenido doce ediciones notables. En 1944, Ortiz fue nombrado Secretario del Consulado del Ecuador en México. Durante su estancia en México, publicó su libro de poemas negristas «Tierra, Son y Tambor», que ganó el segundo premio entre los libros editados en México ese año. También publicó otro volumen de poesías titulado «Camino y Puerto de la Angustia».

Servicio público y logros literarios posteriores
En la década de 1950, Ortiz continuó publicando y sirviendo en varios cargos públicos y diplomáticos. En 1952, la Casa de la Cultura Ecuatoriana de Guayaquil publicó su libro «La Mala Espalda» (Once Relatos de Aquí y de Allá). En 1959, la misma institución en Quito publicó una selección de sus poesías bajo el título «El Animal Herido». En 1964, su novela «La Ventana y el Espejo» fue premiada por la Unión Nacional de Periodistas de Quito. En 1970, fue declarada el Mejor Libro por el Instituto Hiliar de Guayaquil.

Ortiz también ocupó varios cargos públicos importantes. Fue Secretario de la Casa de la Cultura de Guayaquil durante doce años; Secretario de la Escuela Superior Politécnica del Ecuador, durante cinco años; Director Nacional de Turismo, Secretario de la Comisión Asesora de Política Petrolera del Ministerio de Recursos Naturales y Energéticos, Consejero de Asuntos Culturales de la Embajada del Ecuador en París, Embajador del Ecuador en Panamá y en República Dominicana.

Reconocimientos y últimos años
En reconocimiento a su dedicación a la literatura, el gobierno le otorgó el premio Eugenio Espejo en 1996. Este premio se otorga en reconocimiento a las contribuciones sobresalientes en diversas áreas de la cultura ecuatoriana. Adalberto Ortiz, considerado una de las voces más notables de la raza negra universal, murió en Guayaquil el 1 de febrero de 2003. El legado de Adalberto Ortiz sigue vivo en su extensa obra literaria y en su contribución a la cultura ecuatoriana. Su vida y obra son un testimonio de la diversidad y riqueza de la literatura ecuatoriana. (JNG)