En desventaja frente a la delincuencia

La Polic estindefensa: la criminalidad aumenta en todo el pa, pero la instituci carece de recursos para combatirla eficazmente. Mientras, la ola de inseguridad estprovocando el pico general.

«No es que seamos alarmistas o pesimistas, pero algo se tiene que hacer por la Polic, para que ta cumpla con su misi de dar protecci a la ciudadan. Las cosas tal como van no pueden continuar».
Estas palabras las dijo un alto oficial de la Polic, que ve con preocupaci la forma como se ha incrementado la delincuencia en el Ecuador. Seg el oficial, las quejas de la ciudadan que demanda m seguridad, tienen su raz de ser, toda vez que no se puede atender a toda la poblaci. Con lo que la instituci tiene, a duras penas puede dar protecci a la mitad del pa; el otro 50 por ciento queda realmente solo y al abandono.
En la actualidad, la Polic adolece de una serie de necesidades, como incremento de personal, renovaci de equipos de logtica, informica y parque automotor.
En relaci a este timo punto, las necesidades de la instituci son de 7 mil patrulleros. En la actualidad cuentan con tan solo 400 vehulos a nivel nacional, y la mayor de ellos en pimas condiciones. En algunas ciudades, incluso, si se tiene la fortuna de poseer un carro patrullero, entonces no hay dinero para la gasolina. Y menos para llantas, aceite, etc. Se espera la llegada de 1280 carros, lo que solucionar en algo el problema del parque automotor.
Y en cuanto a comunicaciones mejor ni hablar. Casi el 40 por ciento de los retenes policiales que existen a nivel nacional, no dispone ni siquiera de telono. En algunas poblaciones, son los vecinos quienes prestan su telono a la Polic. Esto a m de incodo es una vergnza, pues muchos auxilios dependen de la voluntad de los vecinos que son dues del telono. «Ser, los polics no est en el ret», es una respuesta muy frecuente de los vecinos dues de los telonos.

Se necesitan rentas fijas

Frente a este clima de necesidades, todas ellas econicas, varios oficiales dijeron que urge hacer algo por la Polic, como es el de dotar de rentas propias a la Instituci.
En la actualidad existe un proyecto, pero como su nombre lo indica, es solo proyecto y nada m. Seg este documento, se aspira de los poderes del Estado, como Gobierno y Congreso, la asignaci de un porcentaje de las regals que el pa reciba por la explotaci del crudo pesado, que sertransportado por el nuevo oleoducto.
De igual forma se espera obtener ingresos mediante una tasa de impuesto a las llamadas teleficas y al consumo eltrico que no afecte al usuario. Manifestaron que de cumplirse eso, otra cosa serla vida al interior de la instituci.
Sus hombres contar con vehulos, de igual forma cada cant del pa (215 en total) podrtener un ret policial. Las comunicaciones ser timas y la red de informica seruna realidad.
En la Polic est a la espera de que este proyecto que genera rentas propias, al fin se haga realidad. El asunto es difil, pues de parte del Gobierno y de los distintos bloques del Congreso, hasta el momento no hay ning ofrecimiento.

Los polics especializados

Pero no todo son malas noticias al interior de la Polic. En la actualidad se encuentran en proceso de selecci 5 mil carpetas. Esto forma parte de un plan de dotar de 4 mil hombres m a la instituci hasta el a 2006. Es decir que para esa fecha el pa contarcon 46 mil uniformados.
En la actualidad, la Polic cuenta con 22 mil polics, entre oficiales (2.350) y subalternos. Seis mil de ellos cumplen tareas administrativas, quedando tan solo 16 mil operativos, los mismos que cumplen sus funciones en los diferentes servicios que tiene la instituci, como trsito, antinarcicos, polic judicial, rural, migraci, etc.
Los nuevos uniformados que ser enrolados ser los primeros polics especializados.
El Comandante General de la Polic, general Jorge Molina, dijo que esta nueva generaci desde un principio ingresaral servicio para el que ha sido escogido y allse quedarhasta que termine su carrera.
«El objetivo es que quien labore en trsito domine el tema y asmismo sucedercon los otros servicios», dijo Molina. Seg los entendidos esto es bueno, pues harque exista una verdadera profesionalizaci al interior de la Instituci.
Pese al alarmante auge delincuencial, en la Polic tienen fe de que las cosas van a cambiar. Los oficiales esperan que el Estado al fin tenga una polica de seguridad, que le da la instituci rentas propias, para que sus hombres cumplan a cabalidad su misi: dar protecci a los ecuatorianos.

Ojo por ojo

Ante la escasa protecci y la falta de unidades policiales, dirigentes comunitarios en diferentes partes del pa han organizado barriadas antidelincuenciales que, en cierta forma, han contribuido a la captura de antisociales.
En algunos casos, los presuntos culpables que caen en poder de estas brigadas son linchados por los iracundos ciudadanos que consideran que el mejor remedio es hacerse justicia por su propia mano.
«Si los entregamos a la Polic, salen libres en menos de una semana y, entonces, regresar a cobrarnos cuentas. Por eso es mejor eliminarlos y…santo remedio»,dice el jefe de uno de esos grupos en una zona de Manab
Es de anotar que hasta ahora, no ha sido castigado ning posible autor de esos linchamientos.

Prevenci y delincuencia

No puede negarse que las acciones de prevenci policial, de otra parte, han llevado al esclarecimiento de diversos hechos delictivos, pero tampoco es menos cierto que la violencia sigue su curso.
La Polic sostiene que su tarea no ha sido en vano, sobre todo si se considera que tiene alrededor de un 60% de dicit de personal y un considerable recorte econico.
La realidad, de todas maneras -y lo admiten diversos entrevistados, entre ellos algunos miembros de la instituci- es que a m de carencia de personal, equipos y presupuesto, casi todas las ciudades del pa est en manos del hampa. Y lo peor: en medio de la ausencia de un verdadero plan para combatir la criminalidad urbana.

El crimen organizado

Uno de los dolores de cabeza para ciudadanos y uniformados es el crimen organizado, en el que dos o m bandas se asocian para cometer asaltos y robos, ascomo violaciones y secuestros.
Los delincuentes cuentan con sofisticado armamento, superior al que posee la fuerza plica, intercomunicadores, buscapersonas, telonos celulares, autos modernos y hasta equipos para interceptar a las patrullas policiales.
Los polics, en tanto, est indefensos. Tras el ataque al cuartel policial de Nueva Loja, por ejemplo, en el que resultaron muertos dos uniformados, se supo que el local policial no contaba con un equipo adecuado de telecomunicaciones.
Como sostiene un oficial, «en tales circunstancias es muy difil luchar contra la delincuencia».

Armados hasta los dientes
Los ciudadanos ecuatorianos se est armando. Al parecer, la ola de inseguridad los obliga a adquirir una pistola, una carabina o un revver.
Conseguir un arma es fil. Diversas casas comerciales incluyen entre sus negocios la importaci y venta de tales artulos.
Tambi se fabrican armas en el pa, pero estas, conocidas como «hechizas» no son muy confiables, de acuerdo con los expertos.
No faltan quienes poseen metralletas y fusiles. Se ignora co lograron adquirirlos, pero los mantienen en sus casas u oficinas «porque tenemos que protegernos a como dlugar».