La osteoporosis es una enfermedad esquelética que produce una disminución en la densidad de la masa ósea.
Los huesos se vuelven más porosos, aumenta el número y el tamaño de las cavidades que existen en su interior, son más frágiles y se rompen con mayor facilidad.
“Durante toda la vida hay numerosos cambios metabólicos. Estas fases están reguladas por distintas hormonas, la actividad física, la dieta, los hábitos, la vitamina D, entre otros factores” dijo Verónica Espín, médico general.
Las mujeres son las más afectadas
En condiciones normales una persona alcanza entre los 30 y 35 años con una cantidad máxima de masa ósea. A partir de ese momento, existe una pérdida natural.
Según estudios médicos, las mujeres tienen más frecuentemente osteoporosis por varios motivos: su pico de masa ósea suele ser inferior al del varón y con la menopausia se acelera la pérdida de hueso.
Existen otras causas que también provocan la osteoporosis, entre ellas está el alcoholismo, fármacos, glucocorticoides, tratamiento hormonal utilizado para el cáncer de mama y de próstata, enfermedades inflamatorias reumáticas, endocrinas, hepáticas e insuficiencia renal.
Síntomas
La osteoporosis es considerada como una enfermedad silenciosa porque no manifiesta síntomas hasta que el desgaste del hueso provoca fracturas.
La fractura de cadera es un problema grave debido a que requiere intervención quirúrgica.
Esta enfermedad afecta principalmente a mujeres después de la menopausia, aunque también a hombres, adolescentes e incluso niños.
Prevención
Existen hábitos de vida que pueden ayudar a mejorar la calidad del hueso como son: el consumo de calcio, el ejercicio físico y no fumar.
La cantidad concreta de calcio varía con la edad, pero muchos adultos necesitarán de 1.000 a 1.500 mg al día.
El calcio se puede consumir a través de alimentos naturales, sobre todo la leche y sus derivados, así como también suplementos en forma de medicamentos.
Tratamiento
El objetivo del tratamiento de la osteoporosis es la reducción del número de fracturas por fragilidad. Existe un proceso llamado antirresortivo, con el cual se evita la pérdida de masa ósea.
El tratamiento osteoformador estimula la formación de nuevo hueso, dentro de este grupo se incluye la teriparatida.
No obstante, el reumatólogo examinará al paciente, sus antecedentes patológicos y los factores de riesgo para dar un tratamiento adecuado y oportuno. (CNS)