Va llegando el 1984

CARLOS TRUJILLO SIERRA

Y con el Gran Hermano que todo lo ve, todo lo escucha y todo lo castiga. El primero, y durante 70 años el más notorio llegó de la pluma del pensador británico George Orwell en 1948. Nos impresionó con su premonición escalofriante de la nueva habla, la reducción de palabras, la policía del pensamiento (nosotros recordemos nuestra criolla Supercom) y la TV omnipresente, inclusive en el dormitorio y de doble vía -tienes que verme y yo te veo todo el tiempo. Durante estos 70 años últimos, la comunicación se disparó: radios portátiles, televisores portátiles y la Internet en un simple teléfono inteligente.

Las inquietudes se salieron de cauce para los grupos de control que quieren controlar todo: qué comes, qué vistes, qué más y qué menos, y claro lo más importante y peligroso para los controladores, qué piensas y cómo piensas. Entre los que perdieron el tren de la tecnología está todo el mundo judicial: mientras las noticias en su propagación pasaron de meses a instantáneas, el aparato de justicia se quedó con sus juicios de 15, 25 o 50 años de trámites. Un desequilibrio que lo pagamos y lo seguiremos pagando.

La incineración de tres mujeres acusadas de brujas en los alrededores de Cuenca, allá por los años 40, se conoció unos tres meses después; en 2018 todavía humeaban los cadáveres en Posorja y ya se vio -hasta en vivo por la televisión. Y a esta velocidad súmese la explosión poblacional. Facilitando los cálculos y las comparaciones tenemos que por cada uno de los ecuatorianos hay cien chinos, si nos quejamos de falta de agua, de demasiado alumnos en cada aula de clases o la carestía de papas o verde, Dios no lo quiera, se imagina los problemas de los controladores chinos.

Por lo menos los controladores chinos no se dicen representantes del pueblo y ellos mismos se proclaman dirigentes y guías del pueblo y ahí vienen los controles -aunque fracasen por ejemplo en su política del hijo único- si en otros empeños más sutiles: ahora, en muchas ciudades chinas, va por la calle y si fuma, bota un envoltorio cualquiera, saluda con un conocido, todo queda grabado en los ojos de águila, en los ojos de los sirvientes de los dirigentes y a usted lo califican.

Toda la tecnología al servicio del control y del terror, con tecnología ya probada casi en secreto en eso que se llamó Senain bajo el gobierno (si a eso se puede llamar gobierno) de Correa y sus compadres, todo se probó (y se robó) cámaras, micrófonos, grilletes electrónicos inteligentes para perseguir a unos y para proteger a otros. Y en ‘1984’ seguirá extendiéndose, qué estará pasando hoy mismo en Venezuela, Turquía, Rusia y mil paraísos más.

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