Lindon Sanmartín Rodríguez
La campaña electoral de 2023, prácticamente arrancó, claro, sin tener la autorización del Consejo Nacional Electoral, pero la astucia “politiquera” de los aspirantes a candidatos a las diferentes dignidades seccionales, son las campañas anticipadas de promoción de imagen y colores, pero lo que deberían primeramente es hacer conocer su entorno de apoyo y lo principal ¿quién financiará la campaña electoral?.
La mayoría de candidatos, por no decir todos, hablan de “Honestidad”, palabra que pocos la conocen en determinar de dónde van a obtener el recurso económico para la campaña, que por cierto es de 12 meses de promoción que vienen haciendo, hasta el momento no hemos escuchado a los aspirantes a candidatos de realizar una declaración juramentada de sus bienes y pedir a la Unidad de Análisis Financiero y Económico (UAFE), de sus patrimonios y de los aportes que entregan los simpatizantes.
Este pedido puede descifrar “Lo honesto de un candidato”, en determinar quién es su entorno de campaña electoral y no estar avocados el día de mañana en las informaciones, que dichos colaboradores y aportes económicos están vinculados con grupos delincuenciales y narcotraficantes.
Por qué hablamos del “candidato honesto”, porque la actual constitución determina que en las listas deben integrar mujeres y principalmente jóvenes, esto últimos principalmente son los proclives a caer en los manejos de estos grupos mafiosos, porque su patrimonio económico no les da para solventar un recorrido a un barrio cercano de la ciudad, por ello es de suma importancia que los directivos y candidatos transparenten esta información y así comenzamos dando un buen ejemplo, caso contrario seguiremos inmersos en esa contaminación ética y moral, que hace daño a los estados provincial y cantonal.
¿Quién se atreverá a transparentar está información?, de seguro la ciudadanía estará muy atenta al igual que nosotros.