Los derechos humanos doctrinalmente tienen la garantía denominada progresividad, es decir todo derecho humano consagrado en la constitución no puede ser regresivo, siempre puede mejorárselo en favor de las personas, pero jamás menoscabar o disminuirlos; el derecho al trabajo es una de las conquistas primarias, desde la revolución francesa en 1789, se ha reforzado este derecho con la creación de las garantías Constitucional con las leyes de protección, Ley de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, la que garantiza entre otros protección a mujeres embarazadas, eliminación de la discriminación por raza, o género, o embarazo; es decir los seres humanos, especialmente las mujeres no pueden ser despedidos de su trabajo por embarazo, y, en caso de que sean despedidas de su puesto de empleo, tienen la protección, como mecanismo de defensa, la Acción de Protección Art. 88 de la Constitución.
Con el avance de estas normas de segunda generación, los empleadores, ya no pueden utilizar acción cavernarias, o violentas para despedir de su puesto de empleo a personas, por razones de raza, o embarazo, o cualquier otra razón, que menoscave la calidad humana. La Asamblea Nacional debe considerar anular normas regresivas.
Es alarmante, que el legislador, haya creado normas en la LOSEP en su Art. 05 literales f, y la propia constitución en su Art. 231, establece que todo persona que es procesa civilmente por deudas al estado, con juicios coactivos, no pueden ocupar cargo público.
Hay una evidente vulneración a derechos humanos, que evidencian la regresividad de estos, por lo que hacemos notar al legislador, que se corrija esta aberración jurídica, anulando estas normas; aclaramos, que un tema muy diferente son las deudas comunes como por ejemplo las deudas por prestamos a las instituciones del estado, que no pueden ser penalizadas; a los créditos que por robo a los dineros del estado, hecho por funcionarios públicos, en estos casos, excepcionalmente si es aplicable la norma que no deben ocupar cargos públicos a los ladrones de dineros estatales. Alba Edison dijo, el descontento es la primera necesidad del progreso, evitemos estallidos sociales.