Petroecuador tiene una serie de argumentos para sustentar las razones que le motivaron a terminar de manera unilateral el contrato con Odebrecht, ligado al poliducto Pascuales-Cuenca, actualmente declarado en riesgo.
Ayer, los jueces del segundo Tribunal Contencioso Administrativo de la Corte Provincial de Justicia, reinstalaron la audiencia que se suspendió en enero pasado, para continuar con la sustentación de pruebas tanto de la estatal ecuatoriana como de la constructora brasileña, esta última demandante con un monto de 174 millones de dólares, por una terminación contractual improcedente.
De ahí que, en un comunicado, el Tribunal señala que la diligencia podría llevar varios días debido a la evacuación de los argumentos.
Durante el desarrollo de la audiencia, Petroecuador preveía la presentación de unos 50 argumentos, mientras que Odebrecht un número similar de sustentos.
Contexto
En octubre de 2013, el Estado adjudicó el poliducto Pascuales-Cuenca a Odebrecht por un monto de 369,9 millones de dólares, el cual aumentó con el pasar de los días.
EL DATO
Petroecuador anunció el jueves que contrademandará a Odebrecht por 100 millones de dólares. La obra debía ser entregada el 31 de diciembre de 2018, según el contrato y contemplaba un sistema de transporte y distribución, productos limpios para abastecer a la zona centro-sur, que comprende las provincias de Guayas, Azuay, Cañar, Loja, El Oro, Zamora Chinchipe y Morona Santiago.
Mientras tanto, unos 34 millones de dólares costará reparar los daños y estabilizar la superficie de la terminal de productos limpios de Chaullabamba, del complejo construido por Odebrecht.
El estudio para la estabilización de taludes fue presentado el jueves por Rodrigo Pareja, gerente de Infraestructura de la Espol.
Durante la audiencia ninguna de las partes se refirió a los procesos de fiscalización de la obra. (DAB)