Papel blanco y botellas PET son tesoros para recicladores

Clasificación. Los materiales reutilizables se separan en los Centros de Educación y Gestión Ambiental.
Clasificación. Los materiales reutilizables se separan en los Centros de Educación y Gestión Ambiental.

Cualquier material reusable es bueno para los recicladores, pero el papel blanco y las botellas de plástico PET son los tesoros que más buscan entre la basura. Esto porque hay más empresas especializadas en su reutilización.

El papel blanco, que está presente en cuadernos, revistas y material de oficina es fácil de reciclar y ayuda a evitar la tala de árboles.

El plástico PET puede reciclarse múltiples veces y sirve para hacer nuevos frascos, botellas, películas, láminas, bloques y textiles.

Además de estos desechos, los recicladores también recolectan cartón, vidrio, chatarra y hasta madera, que son productos menos ‘nobles’ a la hora de recibir un pago.

En Quito se estima que hay unas 3.000 personas que se dedican a esta labor, pero solo 68 lo hacen de una forma ordenada y solidaria en los Centros de Educación y Gestión Ambiental (Cegam), que pertenecen al Municipio. Todo el material que se acopia en esos puntos se vende a empresas recicladoras.

22.000
personas pertenecen a la Red Nacional de Recicladores del Ecuador.Hernán Alvarado, gerente de la Empresa Pública Metropolitana de Gestión Integral de Residuos Sólidos (Emgirs), comenta que el 26% de los residuos sólidos que se generan en la ciudad puede ser aprovechado mediante el reciclaje y convertirse en una fuente de ingreso para los recicladores. “A través de la venta de los productos ellos consiguen un recurso con el cual se pagan un salario básico. A la presente fecha están calificados, poseen registro en el IESS, tienen su pago mensual”.

Muchos de los recicladores que se han unido a los Cegam han dedicado su vida a esta actividad y mantienen sus hogares con lo que ganan. A continuación algunas de sus historias. (MLY)

Direcciones
Centros de Educación y Gestión Ambiental

° Eloy Alfaro: OE7-71 Amancay y 4ta transversal, sector la Santiago (Sur).

° La Delicia: barrio la Cristianía 2, Eloy Alfaro y de los Aceitunos (Norte).

° Manuela Sáenz: avenida 24 de mayo, s/n y Pichincha (Centro)

° Tumbaco: Pifo, sector Chaupimolino, Pasaje los Eucaliptos.

Labor puerta a puerta
° Fanny Acosta, recicladora de 63 años, del grupo Buena Esperanza de Pichincha, sale todos los días a buscar materiales reutilizables. En el Cegam clasifica todo lo que llega desde las 08:00 hasta las 13:00. Luego almuerza y sale a buscar sus tesoros. Hay gente que la conoce y que la espera con papel, cartón y otros materiales en las calles Rocafuerte, Imbabura, Chile y Mideros que le proporcionan el material para reciclar. Ella guarda todo en un costal. “Con esto les he dado la educación a mis seis hijos y he avanzado a darles a todos el bachillerato”, comenta mientras empaca unas hojas de papel bond.

‘Es pesado, pero así toca’
° A sus 38 años, Norma Sopa trabaja como recicladora en el Cegam Manuela Sáenz. Gana el sueldo básico de 400. Esa cantidad es muy importante para su hogar pues su esposo, quien es albañil no siempre tiene contratos.

Tiene cinco hijos. Todos estudian, reciben su alimento diario y sus bendiciones. “Es duro, porque muchas veces las cosas se acumulan. Todo es pesado, pero así toca. Este es mi trabajo y así les doy de comer a mis hijos”, dice la madre que prefiere retirar el material reciclable de los ‘puntos limpios’ (tachos donde se colocan los desechos de forma diferenciada- papel, plásticos y orgánicos-).
Sopa confirma que lo más rentable es el papel y las botellas plásticas.

Trabajando con una gran ilusión
° Con mucho entusiasmo Julio Romero, de 56 años, dedica hasta 10 horas diarias a la clasificación de desechos. “Busco todo tipo de plástico. Lo hago para ver a mi hijo graduado”. El joven estudia mecánica automotriz en la Universidad Central. Los responsables de locales aledaños a la Plaza del Teatro y la Plaza Grande son sus mayores colaboradores, pues le entregan la basura reciclable separada. Sus recorridos incluyen los alrededores de la Escuela Sucre y el sector de San Marcos.